Exposición de Álex Ceball

La pandemia y el peligro de contagio acabó con esta práctica emblemática del mundo del arte. El artista se niega, lo resignifica y propone una solución real, concreta: «Si no puedo llevar vino al arte, entonces llevo arte al vino».

Álex expone una serie de dibujos inspirados en el vino y su mundo personal y colectivo circundante a esta bebida de origen milenario, con el cual el artista posee un vínculo especial, puesto que es chileno. «Los chilenos tenemos una relación total con el mundo del vino, es uno de nuestros principales productos nacionales de exportación y están considerados entre los mejores del mundo. El vino es parte de nuestras vidas. Es parte de mi vida, de mi historia y mi identidad. No concibo mostrar mi arte sin él», dice el artista y de algún modo tiene razón viendo cómo las bodegas mallorquinas siempre han sabido apoyarlo y difundirlo a través de sus botellas y etiquetas. ¡Que se lo digan a Ramón Servalls, de Macià Batle!