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El Bar Flexas resiste y esperemos que siga resistiendo por muchos años. Desde ese ya lejano 2004 en que Pepa Charro y Xavi de la Heras, junto al inolvidable Fernando Estrella, La Estrella, empezaron a regentar uno de los locales más carismáticos de nuestra ciudad, nos han hecho sentir siempre como en casa. Pepa no se cansa de recordarnos la función social que han ejercido estos espacios tan mágicos.

Por estas pequeñas cosas, apropiándonos de sus propias palabras, reivindicamos que el Bar Flexas siga formando parte de la ciudad para seguir siendo nuestra casa y refugio. Es una lástima que en ocasiones las instituciones locales parezca que no tengan la suficiente sensibilidad y empatía para tomar conciencia de la importancia de mantener este tipo de negocios tradicionales en una ciudad como Palma.

No podría haber elegido mejor nuestro estimado Pedro Vidal, que con ganas de compartir su reconocimiento policial con sus seres más queridos, eso sí, en pequeños grupos por las circunstancias actuales, organizó en esta ocasión una mesa de seis comensales, como manda la normativa. Xavi, alma máter del Bar Flexas, nos preparó un menú delicioso, en el que no faltaron los inigualables, sorprendentes y exquisitos dim sum de sopas mallorquinas que se han convertido en un must gastronómico de Ciutat, les recomiendo probarlos.

Pedro reunió a Cecci Sandberg, a la que adora, y a su marido Roberto Fernández, quien recién aterrizado de un vuelo transatlántico se presentó impecablemente vestido. No faltó uno de sus más queridos amigos, el artista Pep Guerrero, así como otro de sus imprescindibles más preciados, Dominik von Stauffenberg, presentándose con un original regalo relacionado con una pasión compartida, los carlinos.

En otra mesa cercana, casualidad o no, había reservado para cenar la apreciada Nieves Barber con su hija Amelia Barceló, que iba acompañada de su marido Antonio Llamas, pareja de guapos. Por supuesto no podía faltar la extraordinaria, la querida, la inigualable… Terremoto de Alcorcón, mimándonos en todo momento y que nos hizo vivir un instante de lo más tierno atendiendo a una de sus innumerables admiradoras que se acercan al Bar Flexas para conocerla en persona.

La alegría de la adolescente, Carmen Villalonga, junto a su familia, nos emocionó como preludio de un cuento navideño. Los que conocemos a la Terre sabemos que es todo corazón y se hace querer. Muestra de ello fue la despedida de todo el equipo cuando abandonó las cocinas de Masterchef Celebrity a un solo paso de la gran final, dedicándole una grandísima ovación. Te lo mereces, querida Pepa, tú y tu marido, que sois gloria bendita.