Rodrigo de Santos recoge su certificado de catalán que le ha entregado la directora de Política Lingüística Margalida Tous. | Jaume Morey

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Javier Rodrigo de Santos (Burgos, 1965), ex concejal de Urbanisme del Ajuntament de Palma durante la pasada legislatura y amigo personal del ex presidente del PP de Balears, Jaume Matas, lleva ya casi dos años en la prisión de Palma cumpliendo condena por abuso de menores. Tranquilo y luchando contra la drogadicción que le obligó, según siempre ha asegurado, a gastarse 52.000 euros de la tarjeta visa del Consistorio palmesano en diferentes prostíbulos, Rodrigo de Santos dedica ahora su tiempo a estudiar idiomas, preparar su doctorado en Derechos Humanos y espera que le concedan el traslado a la cárcel de Segovia para poder estar cerca de su familia.

"Lleva casi dos años en prisión. ¿Cómo se ha amoldado a la vida en la cárcel?
"Bueno, nadie puede decir que bien, ahora estamos viviendo un momento lúdico (la entrega de diplomas de los cursos de catalán), pero la vida en prisión es dura, difícil, llena de buenos momentos y otros, por supuesto, muy difíciles.

"¿Ahora cómo se encuentra?
"Bien, he dejado atrás los peores momentos del tratamiento gracias a Projecte Home, estoy más recuperado pero nunca podré decir que estoy curado, luchar contra mi adicción a las drogas va a ser una constante el tiempo que me quede de vida. Ahora no tomo medicación, ni voy al psicólogo, sigo una terapia de grupo, que va muy bien.

"¿Le tratan bien aquí?
"No me puedo quejar. En estos momentos estoy interno en el módulo 12, llamado terapéutico y de respeto, donde me encuentro a gusto, he hecho muy buenos amigos y hay algunos que ya están fuera y nos escribimos cada semana para saber cómo está todo, los lazos que se hacen aquí son muy fuertes. Puedo decir muy alto que aquí he hecho amigos que son como de mi familia, y no todo el mundo puede decir lo mismo.

"¿Qué es lo que más echa de menos, quizá la libertad?
"La sensación de libertad no es lo más importante, se echa de menos por supuesto, pero en lo que uno no puede dejar de pensar es en los afectos. La parte que más echo en falta es el roce, el cariño de mi familia, de mis hijos, eso no lo puede suplir nada, ni nadie.

"¿Qué ha estado haciendo en prisión para ocupar el tiempo?
"Muchas cosas. La educación, o reeducación como es mi caso, me ha llevado a hacer el curso y aprobar el nivel B de catalán, que ya lo hacía cuando estaba en libertad pero ahora tengo mucho más tiempo. También estoy estudiando inglés y francés y estoy preparándolo todo para poder empezar el doctorado en Derecho y centrarlo en los derechos humanos.

"Ha pedido el traslado a Segovia. ¿Cómo está la situación en estos momentos?

"En stand by, todo depende de si suspenden mi condena para que pueda seguir mi tratamiento de deshabituación en Projecte Home Balears, pero si no es así espero que me trasladen pronto a la Península, en Segovia estaría cerca de mis padres, que viven en Aranda, y de mis hijos. Pero que quede claro que cuando sea libre quiero volver a Mallorca.

"¿Le interesa la política? ¿Está al tanto de todo lo que ocurre?
"Bueno, antes de que ocurriera todo me había alejado de la política, así que no, no tengo mucho interés y cuando leo noticias de corrupción me duelen en mi propia piel, y prefiero saber poco o nada.