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Centenares de sollerics asistieron ayer al funeral celebrado en la iglesia del Convent dels Sagrats Cors de Sóller para dar su último adiós al hermano Rafel Orell.

Entre los asistentes estaban los familiares del religioso y miembros de la corporación municipal de Sóller y Fornalutx, presididas por sus alcaldes, Josep Lluís Colom y Joan Albertí, además de otras autoridades. El delegado del Gobierno, el solleric Ramon Socias y el hijo ilustre de Sóller, Pere A. Serra, también ocuparon las filas correspondientes a los más allegados.

El hermano Rafel fue enterrado ayer en Sóller como era su voluntad aunque inicialmente se había previsto que fuera sepultado en el panteón de la congregación en el cementerio de Palma.