Joan Jaume y Joan Oller, a su llegada ayer al Consolat de Mar.

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Compás de espera «vigilante» de la asociación vecinal de la Marina de Llucmajor y del alcalde, Joan Jaume, tras su entrevista de la tarde de ayer con el president balear. Según sus interlocutores, Antich contrae «un compromiso personal» para dar una solución definitiva al tratamiento de los residuos cárnicos generados en la Isla, y ello siempre al margen de la instalación «experimental» de gusanos abierta en la localidad, a la que se entiende que llegan cada día muchos más desperdicios de los que pueden ser tratados en las debidas condiciones.

Insalubre

Una 'embajada' llucmajorera , compuesta por el alcalde, Joan Jaume; el teniente de alcalde, Joan Oller; y los representantes vecinales Maria Garcias y Sebastià Rubí, acompañados de su letrado, Antoni Salvá, se entrevistaron en el Consolat de Mar con el president Antich, a quien urgieron para que coordinase una solución definitiva a la «granja experimental» de tratamiento de residuos cárnicos, que en opinión de todos los afectados pasa por su cierre definitivo como receptor diario de decenas de toneladas llegadas desde mataderos públicos y privados.

«La instalación está en la absoluta ilegalidad respecto a toda normativa española y europea sobre tratamiento de esta clase de residuos», manifestaron Rubí y Salvà al término de la reunión de ayer, «y esa es la conciencia de la situación que hemos transmitido al president Antich para que coordine las medidas necesarias para acabar con un grave problema sociosanitario que afecta al municipio de Llucmajor desde que en 2005 empezaron a desembarcar en esa finca unas cantidades de residuos cárnicos imposibles de tratar debidamente y con gravísimos perjuicios para la salud de los ciudadanos y para el medio ambiente».

El alcalde por su parte insistió en que «como ya he expresado al president en cuantas ocasiones hemos coincidido en los últimos meses, la Corporación expresa el mismo deseo que los vecinos de una solución definitiva que pasa por tratar el grueso de los residuos cárnicos en cualquier sitio menos en ese simple estercolero al aire libre».