Los manifestantes, frente a la Delegación del Gobierno. | Pere Bota

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Una treintena de personas se han concentrado frente a la Delegación del Gobierno para exigir la readmisión de dos trabajadores del aeropuerto de Palma despedidos por Acciona de manera «represiva», según la CGT, para «amedrentar» al resto de la plantilla que participaba en una huelga en el marco de la negociación del convenio colectivo.

El delegado sindical de la CGT en Acciona Agustín Gálvez ha explicado que estos despidos se produjeron hace dos años durante una huelga que los trabajadores emprendieron para exigir una mejora del convenio colectivo.

Así, al segundo día de huelga estos dos trabajadores, Vicente y Alberto, fueron despedidos «para romper la huelga» en el segundo día de protesta, ha apuntado el sindicalista, quien ha agregado que este hecho provocó que el tercer día la movilización fuera mucho menos secundada.

El delegado sindical ha afirmado que la razón que la empresa dio para el despido fue que, en el momento de la huelga, los dos trabajadores se negaron a cargar un avión sin la presencia de un supervisor y una orden de carga, tal y como marca el protocolo, ha explicado Gálvez. Finalmente, llegó un supervisor y cargaron el avión. No obstante, la empresa se acoge a la negativa inicial de los trabajadores para justificar el despido, ha matizado.

La CGT ha explicado que los trabajadores despedidos habían conseguido la nulidad de su despido en el Juzgado de lo Social número 4 de Palma, si bien, posteriormente, la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Baleares apoyó los argumentos de Acciona y, anuló la sentencia favorable a los trabajadores, tras decretar la procedencia de sus despidos.

Injusticia

En opinión de los sindicalistas, la sentencia del TSJIB es «totalmente injusta», razón por la que están defendiendo «la readmisión de estos trabajadores», «la mejora de las condiciones laborales», así como «el derecho de huelga, que se violó con estos despidos».

Gálvez ha señalado que el sindicato va a recurrir la sentencia en el Tribunal Supremo, si bien ha precisado que «es un proceso bastante complicado y muy largo», por lo que ha apostillado que «el mal ya está hecho». «Esos compañeros estarán como mínimo dos años en la calle, si la sentencia es favorable. Es decir, que por un mal funcionamiento de la Justicia hay dos trabajadores que se han quedado sin trabajo» y sin ninguna indemnización.

En este sentido, la CGT reprueba que los dos despidos son el «más brutal acto de venganza contra una plantilla por haber intentado desafiar el poder de una empresa como Acciona», al tiempo que ha criticado que los Tribunales Superiores de Justicia «actúan como órganos políticos y, en este caso, cortando cualquier posibilidad de huelga, que es un derecho fundamental reconocido en la Constitución».

Por otro lado, ha recordado que durante la huelga, el Ministerio de Fomento había decretado unos servicios mínimos del 75 por ciento «haciéndole un gran favor a Acciona» y en los que estaban trabajando los dos empleados despedidos. Sin embargo, ha subrayado que, después, la Audiencia Nacional declaró «abusivos e ilegales» estos servicios mínimos, con lo cual ha apuntado que «los despedidos no deberían haber estado trabajando ese día».