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Ha regresado a la cima, pero sus hábitos apenas han cambiado. Eso sí, su agenda sigue apretándose. En poco más de dos semanas, Rafa Nadal ha reconquistado Wimbledon, ha tratado sus rodillas en una clínica de Vitoria, ha ingresado en el nuevo accionariado del Real Mallorca... Y ayer desfiló por el Marriot Golf de Son Antem para tomar parte en un torneo a beneficio de ADAA (Asociació d'ajuda a l'acompanyant del malalt de les Illes Balears), donde atrajo todas las miradas y concitó una gran expectación.

Pero la tiranía del calendario ATP no espera a nadie. Tampoco al mejor tenista del planeta, que en los próximos días empezará a preparar la gira americana con los dos ojos puestos en el US Open, el único Grand Slam que falta en sus vitrinas. «No creo que esté obligado a ganar los cuatro. He ganado tres, que es mucho más de lo que nunca hubiera imaginado. Eso si, voy a dejarme la piel por intentar conquistar el US Open», aseguró el zurdo de Manacor a los micrófonos de IB3 Televisió.

Nadal, cuyo rostro aparece junto a la fotografía de los nuevos propietarios del Real Mallorca, se refirió a su nueva aventura futbolística ensalzando la seriedad de sus compañeros de viaje. «En los nuevos proyectos siempre está la ilusión del comienzo. La gente que integra el nuevo equipo dirigente del club balear es buena gente; gente seria que trabajará con honestidad para que las cosas salgan bien. Ahora, se trata de eso, de trabajar para que las cosas salgan bien a principio de temporada».

Al ser preguntado por su tío Miquel Àngel, que también ha adquirido un paquete títulos y que se ha integrado en el equipo técnico que lidera Michael Laudrup, advirtió que «lo he visto correr con el equipo y la verdad es que está en forma... Creo que es un nuevo reto para él, un reto apasionante y también ilusionante».