Rafa Nadal. | Pascal Rossignol

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El mallorquín Rafael Nadal, cuatro veces campeón de Roland Garros, buscará hoy (sobre las 16.00 horas, IB3) su victoria 101 en un Grand Slam frente al argentino Horacio Zeballos, un tenista que llegó tarde al tenis de primer nivel y que nunca se ha enfrentado contra ninguno de los diez mejores jugadores del mundo.
El mallorquín, que viene de ganar los tres grandes torneos de tierra batida que ha disputado antes de París (Montecarlo, Roma y Madrid), aseguró antes del torneo que está «para ganar» Roland Garros y no quiere hacer concesiones al azar. «He jugado peor de lo que pensaba antes del partido y espero que esto sea sólo un accidente», declaró Nadal tras barrer en primera ronda al francés Gianni Mina por un contundente 6-2, 6-2 y 6-2.
El número dos del mundo, quien encuentra una motivación extra en romper récords y estadísticas, puede recuperar la primera plaza del tenis mundial al final de Roland Garros, siempre que gane el torneo y el suizo Roger Federer pierda antes de semifinales. Pero antes deberá apear del cuadro a Zeballos, zurdo, como lo es el propio Nadal y como lo era el legendario estadounidense John McEnroe, cuyo saque tenía ciertas similitudes con el que ahora arma Zeballos, un tenista criado en un ambiente tenístico a 400 kilómetros al sureste de Buenos Aires, en Mar del Plata.
El padre de Zeballos, también llamado Horacio, aprendió a jugar al tenis en el mismo club que el mejor tenista argentino de la historia, Guillermo Vilas, y fue quien animó a su hijo a iniciarse en el mundo de la raqueta.
El desarrollo tenístico de Zeballos, hijo, cambió en octubre de 2008. Entonces reclutó al que fuera entrenador de su compatriota Gastón Gaudio (campeón de Roland Garros en 2004), Alejandro Lombardo, y ganó 190 puestos del ránking en sólo mes y medio. Lombardo le recetó calendario, dieta y entrenamiento físico. Y llegaron los resultados. En 2009 se convirtió en el tenista que más partidos ganó en el circuito «Challenger», un escalón por debajo del circuito ATP, y se clasificó para su primer Grand Slam, el Abierto de Australia, en una superficie que se le da mejor que el polvo de ladrillo.
Pero 2010 se está convirtiendo en el año más importante para un tenista que está clasificado el 44 del mundo, en una temporada en la que llegó a semifinales de Houston y a los cuartos de final de Buenos Aires y en la que se disputa un Roland Garros con la participación argentina más baja desde 1980. Además, fue convocado por primera vez para disputar la Copa Davis con Argentina (antes había acompañado al equipo para ayudar a los titulares en los entrenos) y saldó su debut con victoria.
Al vencer en primera ronda de Roland Garros al austríaco Martin Fischer por 7-6 (6), 6-7 (8), 1-6, 6-4 y 8-6 tras más de cuatro horas en la pista, Zeballos igualó su mejor participación en un torneo de Grand Slam, tras haber ganado en 2009 en primera ronda del Abierto de Australia.