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Al menos veintitrés montañeros españoles, incluido el mallorquín Tolo Calafat que ha muerto en las últimas horas cuando descendía el Annapurna, han perdido la vida desde el año 2000 en las montañas de las cordilleras del Himalaya, Karakorum e Hindu Kush, que reúnen los catorce picos de más de 8.000 metros que existen en el mundo.

Aunque la mayoría de las muertes fueron producidas por accidentes, en algunas casos se debieron a enfermedades que la altitud pudo causar o agravar, como le sucedió a Juan Leza en 2001, aquejado de un edema pulmonar causado por el «mal de altura».

Hace dos años otro montañero español, el navarro Iñaki Ochoa de Olza, murió también en el Annapurna después de permanecer cinco días a 7.400 metros de altitud afectado por una lesión cerebral complicada por otra pulmonar.

Desde 1971, cuando murió Jordi Matas en el primer accidente mortal de un escalador español en el Himalaya, el suceso más grave, por número de víctimas, sufrido por alpinistas españoles en estas montañas se produjo el 16 de octubre de 2001, cuando fallecieron cinco escaladores arrastrados por un alud en el monte Pumori de Nepal.

Cronología

La cronología de los accidentes sufridos por montañeros españoles en los últimos diez años en las cordilleras del Himalaya, Karakorum e Hindu Kush, es la siguiente:

El 28 de julio de 2000 el guipuzcoano Félix Iñurrategi murió tras caer despeñado cuando descendía del monte Gasherburn II (8.035 metros), en el Himalaya, después de alcanzar la cumbre junto a su hermano Alberto.

El 13 de agosto de 2001 el emeritense Juan Leza Cruz perdió la vida a consecuencia de un edema pulmonar debido al «mal de altura» cuando realizaba su primera expedición por el Himalaya.

El 16 de octubre de 2001 cinco escaladores (los navarros Aritz Artieda, Javier Arkauz y César Nieto y los guipuzcoanos Beñat Arrue e Iñaki Ayerza) murieron al ser arrastrados por un alud en el monte Pumori (7.161 metros) en Nepal.

El 13 de octubre de 2001 el zaragozano Pepe Garcés murió cuando descendía del Dhaulagiri (8.167 metros), en Nepal.

El 29 de noviembre de 2002 fue rescatado el cadáver del escalador murciano Ginés Ruiz Fernández, quien no era profesional del alpinismo y había muerto dos días antes en una montaña próxima al Everest (Nepal) por causas desconocidas.

El 5 de julio de 2003 murió el español José Manuel Buenaga cuando escalaba el pico Gasherbrum I (8.068 metros), en el Karakorum (Pakistán).

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El 26 de julio de 2004 el ilicitano José Antonio Antón López falleció al caer al vacío justo después de coronar el Gasherbrum I (8.068 metros).

El 14 de agosto de 2004 el navarro Daviz Ariz Munárriz murió y dos compañeros suyos resultaron heridos en un alud en el monte Drifica (Pakistán), en el Karakorum,

El 19 de agosto de 2004 el catalán Manel de la Matta murió a consecuencia de una peritonitis, durante el descenso del K-2 (8.611 metros).

El 19 de octubre de 2004 un compañero de expedición halló muerto al guipuzcoano Xabier Ormazábal en una tienda de campaña. Ormazábal descendía del Cho Oyu (8.201 metros), tras conquistar su cumbre unos días antes.

En enero de 2007 el madrileño Guillermo Mateo Yeste murió en el Ama Dablam (6.856 metros) una de las cumbres más difíciles del Himalaya en Nepal.

El 13 de mayo de 2007 murieron Santiago Sagaste y Ricardo Valencia, sepultados por un alud cuando ascendían el Dhaulagiri (8.172 metros).

El 24 de mayo de 2007 falleció Iñigo de Pineda Blanc al sufrir una caída de mil metros cuando descendía el Kanchenjunga (8.586 metros) en Nepal.

El 6 de mayo de 2008 el tarraconense Rafael Guillén murió cuando descendía el Dhaulagiri (8.167 metros), en Nepal,

El 23 de mayo de 2008 el navarro Iñaki Ochoa de Olza murió en el Annapurna (8.091 metros) después de permanecer cinco noches a 7.400 metros de altitud en estado grave afectado por una lesión cerebral complicada por otra pulmonar.

El 20 de julio de 2009 Luis María Barbero, montañero de Alcoy (Alicante), desapareció en el Gasherbrum II (8.035 metros), en Pakistán. Su cuerpo no fue encontrado.

En agosto de 2009 el navarro Oscar Pérez murió en el Latok II (7.108 metros) de Pakistán después de quedar atrapado tras sufrir un accidente cuanto intentaba el ascenso.

Los esfuerzos por llegar hasta el lugar donde se encontraba no fructificaron y, tras diez días, el operativo fue suspendido debido al mal tiempo y a las escasas posibilidades de encontrar vivo al escalador.