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El Ajuntament de Manacor presentó ayer la nueva norma urbanística que permitirá hacer obras legales en todo la barrio de Fartàritx. La normativa se tendrá que aprobar en el Consell de Mallorca y podrá entrar en vigor en un plazo máximo de un año.
Hay que recordar que desde el año 1980 está pendiente de aprobación un plan especial de conservación para el conjunto de molinos que caracteriza el barrio. Desde entonces, una moratoria impide al Consistorio otorgar licencias de obra en toda la zona comprendida entre la calle Remei y la ronda del Port.
El alcalde Antoni Pastor destacó que la nueva regulación «igualará los derechos de todos los vecinos del barrio», puesto que los propietarios de unas ciento treinta viviendas de la zona sur de esta zona de la ciudad han tenido que esperar treinta años para poder reformar su casa. De hecho, el nuevo documento sólo permitirá realizar reformas en las casas unifamiliares existentes o construir casas con esta misma tipología y, en ningún, caso se prevé que se puedan levantar edificios.
Con todo, la nueva normativa no prevé ninguna regulación con respecto al estilo de las fachadas ni a la tipología de los edificios que se reformarán
Molinos
Aun así, la nueva regulación no afecta la zona no urbanizada del barrio, es decir, el lugar donde se concentran la mayoría de molinos, todavía rodeados de campos cultivados.
El arquitecto municipal, Joan Pasqual, explicó ayer que «en esa zona todavía no se podrán realizar ningún tipo de obra y será el Plan General de Ordenación Urbana, que está pendiente de aprobación, el documento que hará cumplir el plan de protección del conjunto de molinos y que determinará cómo se tiene que urbanizar esta zona del barrio».