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Rafael Nadal emprendió ayer su viaje de regreso a la tierra. Montecarlo es la primera escala del tenista mallorquín en un tramo de la temporada en el que asume «el reto» de volver a jugar sobre arcilla tras cuatro meses sin hacerlo y afrontar cinco citas de primer orden en las que defiende 3.280 puntos. Antes de poner rumbo al Principado de Mónaco el manacorí se confesó «feliz» por el nivel exhibido hasta la fecha y apreció que en virtud al juego desplegado «lo lógico es que tarde o temprano vuelva a ganar».
Tras acumular sensaciones positivas en Indian Wells y Miami, Nadal acelera su adaptación a la tierra batida en el mismo escenario que le ha visto salir campeón en cinco ocasiones. El mallorquín llegó ayer a Mónaco y se puso manos a la obra. «Soy consciente de que cada partido es muy importante y cada partido voy sumando. Quiero ir día a día, pero no a partir del miércoles si no desde hoy -por ayer- que empiezo a entrenar con la actitud y la ilusión con la que lo estoy haciendo proque creo que lo estoy haciendo bastante bien», analizó a los medios de comunicación en el aeropuerto de Son Sant Joan.
El manacorí precisa recuperar las sensaciones de jugar sobre tierra después de cuatro meses sin hacerlo, ya que la última vez que compitó sobre arcilla fue la final de la Copa Davis del pasado mes de diciembre, pero en realidad no juega regularmente sobre polvo de ladrillo desde hace casi un año.
Nadal afronta un torneo propicio para su juego y espera dar continuidad al rendimiento que ha demostrado para acabar con una sequía de títulos que espera que concluya «tarde o temprano». «Estoy feliz por el juego y porque desde que he empezado la temporada he tenido opciones de ganar en los torneos que he jugado. No he ganado por pequeños detalles y lo lógico es que tarde o temprano vuelva a ganar».
El balear recuperó el tercer puesto de la ATP, pero en los próximos cinco torneos defiende un total de 3.280 puntos. «Recuperar el número no es un objetivo porque hasta Roland Garros defiendo 3.100 puntos, más que los demás y no tengo mucho margen, pero el ranking nunca me ha preocupado y no me va a preocupar ahora», analizó.