Aplazado un juicio en la Audiencia de Palma por la huelga de jueces y fiscales

La Sección Primera tenía previsto acoger este martes una vista contra un hombre acusado de violar a una masajista tras fingir que era policía

La Sección Primera de la Audiencia de Palma ha suspendido el juicio | Foto: Alejandro Sepúlveda

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La huelga de jueces y fiscales por las reformas impulsadas por el Ministerio de Justicia ha obligado a aplazar un juicio este martes en la Audiencia Provincial de Palma. La protesta contra las dos reformas del Gobierno está previsto que se prolongue hasta el jueves.

Las asociaciones de jueces, a excepción de la progresista Juezas y Jueces para la Democracia y las de fiscales, excepto la Unión Progresista de Fiscales, han mostrado su descontento por las reformas de las leyes Bolaños, ya que consideran que afectarán a la independencia judicial.

Las reformas prevén cambios en la manera de acceder a ambas carreras y también modifican el estatuto que regula la Fiscalía para dejar en manos de los fiscales la instrucción de las causas penales. De esta forma se equipara el modelo español a la mayoría de los europeos.

La Sección Primera tenía previsto acoger este martes una vista oral contra un hombre acusado de violar a una masajista tras fingir que era Policía Nacional e intentarlo con otra. La Fiscalía pide 15 años de cárcel para el procesado por agresión sexual y usurpación de funciones públicas. También reclama que indemnice a una de las víctimas con 20.000 euros por los daños morales y las secuelas y a la otra con 1.000. El juicio se ha aplazado al próximo 16 de julio.

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Los hechos ocurrieron durante la mañana del 27 de febrero de 2014. El acusado, de 47 años y nacionalidad española, contactó con una mujer que se anunciaba en varias páginas web como masajista. Concertaron una cita y quedaron ese mismo día, a las 13.20 horas, en el domicilio de la perjudicada.

La mujer abrió la puerta de su casa y el procesado se identificó como policía nacional. Exhibió una placa similar a la que llevan los agentes, unas esposas y un radio transmisor. El hombre también le enseñó un documento similar a una denuncia en el que, según le manifestó, sus vecinos se habían quejado por su actividad y la tenía que detener.

La mujer empezó a llorar. El hombre le comentó que si colaboraba podían llegar a un acuerdo para no detenerla. El acuerdo consistía en que la víctima tenía que practicar sexo con él. A continuación el acusado la forzó y le cogió fuerte del pelo para que le practicara una felación. El agresor le indicó en repetidas ocasiones que si no colaboraba la detendría.

El Ministerio Público recoge en su escrito que, el 12 de febrero de ese año, llamó a otra mujer que también se anunciaba en páginas web como masajista y concertaron una cita. El acusado se presentó en la casa de la chica al día siguiente y se identificó como policía. Llevaba una emisora similar a la que utilizan los agentes y manifestó a la mujer que varios vecinos le habían denunciado por la actividad que desempeñaba.

La perjudicada llamó enseguida a su madre y el hombre se marchó de la vivienda. La Fiscalía sostiene que la víctima sufrió secuelas a raíz de este episodio y solicita una indemnización de 1.000 euros para la mujer. La primera de las víctimas, según la acusación pública, ha sufrido anseidad a la hora de ejercer su profesión, así como miedo a represalias por parte del procesado y a salir sola por la noche.