La boda ilegal en la costa de Maioris que salvó a un precipitado

Sobre las 16:00, Protección Civil de Llucmajor recibió un aviso: ‘Persona precipitada desde ocho metros de altura’. Se trataba de un joven de 35 años, herido en una pierna, que seguía colgado de las rocas. Acudieron al lugar Policia Local del municipio, una ambulancia del 061, el GREIM de la Guardia Civil y Bombers de Mallorca. Aunque no tuvieron que rescatar directamente a nadie.

Al llegar, se encontraron con que varios invitados del bodorrio y otros voluntarios, incluida la pareja del precipitado, descolgaban las telas blancas que decoraban el casamiento rústico y como hubiera hecho Rapunzel, las anudaron y lanzaron al herido. Entre todos subieron al accidentado, que tenía abrasiones y golpes por todo el cuerpo tras intentar escalar infructuosamente por el acantilado. Los invitados del matrimonio estaban perplejos ante tal despliegue.

Finalmente, el precipitado logró irse a casa por su propio pie y los del fiestón en la costa, continuaron con su particular, e ilegal, celebración. Al menos, hubo testigos del descalabre. Sin duda, la comidilla de la boda. Nunca hay mal que por bien no venga.