De cómo los narcos chulean al alcalde Jaime Martínez (o eso se creen)

La semana ha llegado marcada por un nuevo desafío de los traficantes, en este caso con tintes patrióticos

Imagen de la chabola pintada con la bandera de España. | Ultima Hora

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Cuando tienes mucho tiempo, todo es relativo. Es lo que les pasa a los narcos de Son Banya, que aparte de vender ingentes cantidades de droga, no tienen más ocupaciones. Y por eso les ha dado por chulear al alcalde Jaime Martínez, al que desafían día sí y otro también construyendo nuevas casetas ilegales. La de esta semana, además, con un envoltorio en rojo y amarillo, para ablandar a los policías apelando al patriotismo.

Y es que la última ocurrencia de los ocho clanes que dirigen con mano de hierro el poblado ha sido pintar con los colores de la bandera española una chabola que levantaron en el puente del Primero de Mayo, día de los trabajadores, de unos 45 metros cuadrados, a la que hay que sumar otras dos más pequeñas justo detrás. Y como si fuera un tablao flamenco, la han iluminado con luces led y neones. Todo muy folclórico.

En los tiempos de Joan Fageda y José María Rodríguez, el gueto estaba entregado al PP y votaba en masa -y en autocar- a los populares. Sin embargo, con la llegada de Vox, 'El Charly', ahora entre rejas por narcotráfico y con un horizonte muy negro por delante, se acercó a Vox y tonteó con sus cargos municipales.

El resultado fue que los vecinos del gueto, en las elecciones autonómicas y nacionales, se entregaron al partido de Abascal. En cuerpo y alma.

Así que este enfrentamiento entre Jaime Martínez y los clanes llega en un momento de poca afectación de los residentes hacia los populares, lo que posibilita que el pulso se esté perpetuando. Y tampoco hay un intermediario claro, como ocurría en otras guerras abiertas e igual de sangrientas.

El futuro del conflicto, pues, es todo una incógnita. Nadie quiere ceder, por lo que nos tememos que los operarios municipales acabarán viviendo en Son Banya. Así no tendrán que ir a diario a derribar las casetas ilegales. Que también cansa.