El pulpo de contrabando incautado por la Guardia Civil en Mallorca, pasto de los tiburones

El pasado 29 de abril, la Guardia Civil, de Menorca y Mallorca, llevó a cabo un operativo en el que se intervinieron hasta cuarenta y ocho kilogramos de este producto procedente de Menorca; aunque eso sí, pescado ilegalmente. El pulpo se distribuía de una isla a otra de contrabando y sin cumplir las condiciones exigidas, tanto en documentación como en refrigeración. Aún así, se intentaba vender a bares y restaurantes de la costa.

Los guardias civiles localizaron al transportista y hallaron diversas bolsas de plástico con pulpo en su interior, guardado en compartimentos estancos no refrigerados. El pulpo tampoco contaba con ninguna documentación sobre su origen o trazabilidad, ni se usaban las condiciones adecuadas para su transporte. Obviamente, al no poder destinar ese material al público, debía buscarse otro receptor.

Precisamente, el destino elegido fue Palma Aquarium, donde el pulpo ilegal recibe una segunda vida y alimentará a los tiburones durante varios meses. «Estos 48 kilos de pulpo son extremadamente útiles para nosotros, para usarlos como comida. Valoramos mucho que la Policía, la Guardia Civil y otras entidades gubernamentales cuenten con nosotros porque saben que podemos darle un buen uso a ese material incautado», explica Roman Grädel, director del departamento animal del acuario.

De hecho, ya han comenzado a servírselo a los tiburones en pequeñas tandas. «El pulpo es comida de alto nivel para ellos, como las sepias. Es un alimento que les encanta y no siempre tenemos por lo que lo disfrutan muchísimo. No es algo que coman cada día, para ellos es un premio. Con esta cantidad podremos alimentarles durante dos o tres meses; ahora que empieza el calor, suelen tener más hambre pero iremos sacándolo poco a poco», revela.

Se trata de la primera vez que una carne incautada, en buen estado, acaba pasto de los tiburones aunque la relación de Palma Aquarium con el resto de organismos públicos «es muy buena», dice Roman. «Trabajamos estrechamente con los GEAS, cuando nos traen delfines, tortugas; pero es la primera vez que traen un material intervenido», finaliza.