La nueva caseta ha sido pintada con los colores de la bandera española, para evitar que las grúas la derriben. | R.D.

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Como si los colores la protegieran de su inminente derribo, los narcos de Son Banya construyeron durante la festividad del pasado Primero de mayo, día de los trabajadores, una gran caseta de 45 metros cuadrados con la bandera de España y apelaron al patriotismo de Cort y de la Policía: «Así no la tirarán». Todo indica que la construcción, a la que siguieron otras dos en un tiempo récord, tiene los días contados.

A medida que el pulso entre el alcalde Jaime Martínez y los clanes de la droga se acentúa, los delincuentes van repitiendo patrones. Uno de ellos es que aprovechan las fiestas (como Semana Santa o el día de los Trabajadores) porque saben que la vigilancia de la Policía Local decae. Sin embargo, también son conscientes de que, al final, todas las edificaciones ilegales serán derribadas.

Precisamente por este motivo, en esta ocasión han tirado de patriotismo y han pintado la nueva chabola, que está rodeada de focos, banderas y luces led, con el rojo y amarillo de la enseña nacional. «Están convencidos de que tendremos más cuidado porque sería como un sacrilegio, pero olvidan que el barco que colocaron en la rotonda también tenía los colores de la bandera y las grúas lo arrasaron», ha explicado una fuente policial.

Lo cierto es que los clanes gitanos que controlan el poblado están muy preocupados porque el negocio boyante de la droga se está resintiendo de tantos pulsos con el Ajuntament. Cada mañana que las cuadrillas municipales irrumpen en el gueto, apoyadas por dotaciones policiales, se espanta a una buena parte de su clientela, que se marcha a Son Gotleu, la Soledad o 'corea', en busca de una dosis.

La competencia entre traficantes es feroz, así que este trasvase de compradores relativamente fieles a Son Banya está inquietando mucho a los jefes del 'supermercado de la droga'. Sin embargo, hace meses que los ocho clanes votaron sacar la venta de la droga de las chabolas, para que los familiares no fueran detenidos cuando hay redadas en el poblado.

La decisión de los capos no tiene vuelta atrás, así que la lucha por ver quién resiste más (Cort o los narcos) se prevé muy enconada. Y larga. De momento, el Ajuntament está buscando la fecha para derribar la caseta de España y las otras dos más pequeñas construidas detrás. También se eliminarán los focos y adornos que han instalado.