Operación de la Guardia Civil contra el contrabando entre Ciutadella y Alcudia: 48 kilos de pulpo ilegal en cajas sin refrigerar

Se trataba de pulpo y langostas que se habían pescado en Ciutadella de forma furtiva y se vendían a bares y restaurantes de la costa

El pulpo se transportaba en bolsas de supermercado y cajones sin ningún tipo de refrigeración, luego se intentaba vender a bares y restaurantes de la costa mallorquina

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Agentes de la Guardia Civil han intervenido hasta cuarenta y ocho kilogramos de pulpo procedente de Menorca que se había pescado ilegalmente. El producto, por tanto, no tenía trazabilidad y se ha levantado una denuncia administrativa conforme a la Ley de Pesca y Sanidad contra la persona que lo portaba a Mallorca. El pulpo iba en cajas sin refrigerar.

Los especialistas de las unidades de Fiscal y Fronteras de Pollença y Ciutadella trabajaban conjuntamente en el operativo y contactaban con diferentes entidades para prevenir el contrabando y la pesca furtiva. Eso les permitió tener conocimiento del transporte no autorizado de estos productos alimentarios de pesca recreativa no profesional, consistente en pulpos y langostas.

Los animales se transportaban desde el Port de Ciutadella al Port d'Alcúdia para su posible venta en restaurantes y bares de la zona. El pasado 29 de abril, los agentes advirtieron la presencia del vehículo que realizaba los transportes en el puerto 'alcudienc' del norte de Mallorca y le dieron el alto, para identificar así al conductor y registrar el interior de la furgoneta.

Los guardias civiles hallaron diversas bolsas de plástico con pulpo en su interior que se encontraban en compartimentos estancos no refrigerados. Además, el conductor no poseía factura o documento que amparase los 48 kilos que llevaba y se levantó acta por ello. El pulpo tampoco contaba con ninguna documentación sobre su origen o trazabilidad, ni se usaban las condiciones adecuadas para su transporte.

El género intervenido fue trasladado a las instalaciones de la Fundación de Palma Aquarium para ser utilizado como alimento de diferentes especies. Con este servicio, la Guardia Civil pretende luchar contra la pesca furtiva, el comercio ilegal y el fraude a la hacienda pública, así como evitar que un producto alimentario llegue a la venta sin cumplir las condiciones mínimas para su consumo.