«La gente no piensa que si coge el móvil al volante puede matar a una persona»

La madre y la hermana de un joven de 25 años que murió en un accidente en Porto Cristo piden Justicia

María del Rosario López y Beatriz García muestran una fotografía de Rubén, este sábado, en el Paseo Mallorca | Foto: Alejandro Sepúlveda

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María del Rosario López lleva tatuado en el dorso de la mano derecha el último mensaje que le escribió su hijo Rubén García, de 25 años, el 18 de enero de 2021 a las 6.30 horas:

Gracias mamá por preparármelo todo tan bien. Vales oro. Te quiero.

La mujer le había hecho un café cortado y preparado la merienda para que Rubén se la llevara a la obra. Trabajaba como maquinista en la empresa Melchor Mascaró, con su padre, en Manacor. María del Rosario lo despidió desde el balcón, su hijo le tocó el claxon con el coche y se fue al trabajo.
La mujer se metió otra vez en la cama y a las 6.53 sonó su móvil. Era su marido:

–¿Qué pasa, cari? ¿El chiquillo se ha dormido? me está llamando el encargado porque no llega...

«La gente no piensa que si coge el móvil al volante puede matar a una persona»

María del Rosario llamó a Rubén, pero no cogía el teléfono. Decidió despertar a Alejandro, uno de sus hijos gemelos de 18 años, para que le acompañara a buscarlo. «Pensé que habría pinchado, jamás me imaginé que habría sido un accidente».

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La mujer recuerda que puso los cuatro intermitentes y se saltó dos controles de la policía hasta que la Guardia Civil le dijo que no podía pasar porque había un accidente. Madre e hijo vieron los dos vehículos implicados. El coche de Rubén, un Seat Ibiza, y el Opel Corsa del joven de 19 años que invadió el carril contrario y embistió a la víctima, que murió en el acto.

Un agente paró el coche de María del Rosario y le dijo que su hijo había fallecido: «El cabo Martín, de la Guardia Civil, que iba a ser padre, me contó que lo peor que había hecho durante toda su carrera era decir a una madre que su hijo había muerto».

«La gente no piensa que si coge el móvil al volante puede matar a una persona»

Beatriz García, la hermana de Rubén, lleva tatuado su rostro en el antebrazo izquierdo con la fecha de su muerte y su apodo: Tete. Junto a la cara del joven tiene unas mariposas y un corazón al que le falta una pieza de puzzle. El juicio se acerca y el conductor que causó la muerte de Rubén no se ha puesto en contacto con la familia en todo el tiempo que ha transcurrido desde entonces.

«No queremos venganza, queremos Justicia, queremos concienciar. La gente no piensa que si coge el coche sin haber dormido las horas suficientes o que si mira el móvil puede matar a una persona», comenta Beatriz. «Lo único que sabemos del conductor es que invadió el carril. Nos gustaría saber qué pasó. ¿Se distrajo, se durmió?».

El último regaló de Rubén fue pagar el examen teórico del carné de conducir a sus dos hermanos pequeños, Ismael y Alejandro. «Cada día tenía un detalle conmigo...», recuerda su madre.

La Fiscalía pide tres años de cárcel para el joven que invadió el carril y arrolló a Rubén

La Fiscalía reclama una condena de tres años de cárcel para el joven que invadió el carril contrario y chocó contra el coche que conducía Rubén. También solicita que se le retire el carné durante cuatro años. El abogado de familia de la víctima solicita cuatro años de prisión por homicidio por imprudencia grave. El juicio contra el acusado se celebrará en un juzgado de Vía Alemania.