El día en el que un rayo mató a los hermanos Gomila en El Molinar

En 1981, durante una tormenta, Jaime y José, de 57 y 59 años, fueron fulminados en su barca de pescadores por un relámpago

La noticia de la muerte se propagó rápidamente por El Portixol y El Molinar, donde acudieron pescadores y vecinos.

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Corría el año 1981 cuando los hermanos Gomila, Jaime y José, salieron a pescar a una milla de El Molinar, en la bahía de Palma. Una tormenta se desató en esos momentos y poco después otro pescador de la zona reparó en la embarcación de los hermanos, dando vueltas sin control. Dentro, estaban los dos cuerpos sin vida de los pescadores de Montuïri, que eran muy queridos y conocidos en la Isla. Un rayo los había fulminado a ambos. Esta es la crónica de un desgraciado accidente como no se recuerda otro igual en Mallorca.

El miércoles 21 de octubre amaneció lluvioso. Un típico día de otoño. Jaime y José llegaron a primera hora al club náutico del Portixol, donde todo el mundo los conocía y apreciaba. Como el tiempo no acompañaba, hicieron tiempo en el bar y tomaron unos cafés con otros compañeros de faena. El ambiente, como siempre, era cálido. Nada hacía presagiar la desgracia que se avecinaba.

Su embarcación, 'Na Simona', estaba amarrada no muy lejos de allí y cuando el tiempo despejó, los hermanos se hicieron a la mar, en busca de atunes. Su amigo Santiago Carballo también salió a faenar como ellos, en unas coordenadas similares. El tiempo, inestable, volvió a empeorar y sorprendió a los hermanos Gomila a una milla de la costa.

Los hermanos Gomila, nacidos en Montuïri, eran muy apreciados entre los pescadores de Palma.

Nadie sabe a ciencia cierta qué pasó, pero el primero en darse cuenta de que algo iba mal fue el citado Santiago Carballo, que reparó en que la barca 'Na Simona' daba vueltas sobre sí misma, como si no hubiera nadie al timón. El pescador, poco antes, le había prestado un traje de agua a Jaime, para que no se mojara con la lluvia.

En un primer momento, el testigo vio dos cuerpos sobre la cubierta, como si estuvieran "acurrucados", pero pensó que se resguardaban del temporal. Poco después, durante una segunda pasada, ya confirmó que la embarcación estaba sin control y al acercarse comprobó que los dos hermanos estaban inertes, aparentemente fulminados por un rayo.

La pequeña embarcación de los hermanos fue remolcada hasta el puerto.

El llaüt 'Xirri' prestó ayuda a Santiago y remolcó el barco con los dos fallecidos en el interior hasta el puerto, donde la noticia se propagó como la pólvora. Las crónicas de la época refieren que decenas de personas, entre pescadores y vecinos, se acercaron a ver qué había ocurrido. Nadie podía dar crédito. Una de las víctimas llevaba encima un billetero y un peine quemados, como consecuencia de la descarga eléctrica.

En la posterior inspección ocular de la barca de los hermanos, la policía también halló indicios que de un rayo había impactado muy cerca de ellos y que la descarga había provocado la muerte de ambos. El caso, por lo inusual, saltó a las primeras primeras páginas de los periódicos.

Las crónicas de esos días recordaron que se trataba de un casi muy excepcional y que nadie recordaba que la caída de un rayo hubiera matado de golpe a dos personas en Mallorca. El funeral por Jaime y José, que se celebró días después en la iglesia de San José Obrero, en Palma, evidenció que los dos fallecidos eran muy queridos en la Isla. El templo, de hecho, se quedó pequeño para acoger a tantas personas. También en el club náutico del Portixol les rindieron un emotivo homenaje. Una frase se repetía sin cesar: "Qué mala suerte han tenido".