La secuencia de imágenes muestra como uno de los 'okupas' introduce dos garrafas de agua y un paquete más pequeño entre las rejas.

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Un vídeo de poco más de un minuto de duración recoge el momento en el que un exokupa del apartahotel de Cala Bona cuela por una verja garrafas de agua para abastecer a sus compañeros 'sitiados' en el interior. La propiedad, para evitar este avituallamiento clandestino, ha levantado un pequeño murete de madera.

El varón que aparece en el vídeo ha sido identificado como uno de los primeros intrusos que se introdujeron en el 'Sol i mar', aunque después ya no pudieron regresar porque la propiedad y las Fuerzas de Seguridad montaron controles en los accesos.

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En la grabación, el hombre, que va cargado con dos garrafas de agua, se detiene frente a uno de los accesos traseros del establecimiento, que está cerrado, y en connivencia con algunos de los okupas del interior les pasa las botellas.

Fuentes policiales han explicado que en el caso de Cala Bona, la Guardia Civil ha optado por una táctica militar: rodear el edificio y esperar a que la resistencia del interior se debilite con el paso de las horas. Y los días. De hecho, no tienen ni luz ni agua, y las temperaturas al caer la noche son gélidas.

Así las cosas, los agentes esperan que este hostigamiento de día y de noche (aunque en ocasiones, como se demuestra en el vídeo, desde el exterior se cuelan provisiones), acabe por vencer la resistencia de los okupas, que inicialmente eran más de una docena y ahora podrían ser tres, tras la rendición del líder del clan, el viernes por la noche.