Deyà, administrador del apartahotel, este jueves. | Alejandro Sepúlveda

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Las situaciones surrealistas que se viven estos días en torno al apartahotel Sol y Mar de Cala Bona son constantes. Una de ellas la sufrieron en primera persona los administradores y gestores del establecimiento. Uno de ellos, Miquel Deyà, quien hace guardia en turno de día para evitar entradas y salidas del recinto a la par que sus operarios siguen realizando diferentes labores de mantenimiento y cambiando bombines, recibió días atrás una llamativa propuesta. «Esto se puede arreglar con 300.000 euros», le aseguró una persona anónima a la que no pudieron identificar plenamente.

La cosa fue más allá, pues poco tiempo después, otro de los gestores del negocio fue requerido para recibir otra propuesta por 240.000 euros, rebajando la oferta inicial en 60.000. Los responsables del negocio hablan claramente «de un chantaje al que no vamos a acceder», defendiendo sus intereses de manera legal y ante la justicia. Precisamente, en la mañana de este miércoles, una dotación de la Guardia Civil y un agente del área judicial visitaron el Sol y Mar para recabar información sobre la situación a esa hora y trasladarla a la autoridad competente. Allí, por ahora, siguen cuatro personas residiendo dentro de varios apartamentos de la planta baja de uno de los bloques, mientras operarios de la empresa continúan realizando reparaciones y cambiando bombines, además de otras labores de mantenimiento.

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A esas ofertas se suma la presencia de personas supuestamente allegadas a los 'inquilinos' del apartahotel, que les suministran alimentos, agua y carga para los teléfonos móviles. En relación a ello, llamó la atención un incidente sucedido en la tarde-noche del miércoles, cuando un vehículo pasó a alta velocidad cerca del hotel y estuvo cerca de embestir a un agente de la Guardia Civil, que inició una persecución sin éxito, aunque trabajan para identificar al coche en cuestión, que sería de alquiler, y han recabado valiosa información al respecto.

Los administradores del apartahotel Sol y Mar no tienen intención de ceder ante lo que consideran un «chantaje al que no vamos a acceder» tras esa doble oferta recibida y lucharán legalmente por sus intereses ante una situación que genera un peligroso precedente dentro del sector.