TRIBUNALES

La madre de un niño que sufrió abusos de su tío en Palma: «Quiero que esté preso»

La Fiscalía solicita para el acusado una pena de 18 años de prisión

El enjuiciado, este martes por la mañana en la Audiencia Provincial de Palma | Foto: Isaac Hernández

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La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma ha iniciado este martes el juicio -que se retomará este próximo jueves a las 9.30 horas- contra Y.E.C.D., de origen colombiano, por violar a su sobrino de entre 12 y 14 años. La Fiscalía pide para el acusado (que se encuentra de forma irregular en el país) una pena de 18 años de prisión, dos décadas de libertad vigilada y una indemnización de 50.000 euros.

La madre del menor ha explicado al fiscal que la psicóloga del centro de integración familiar le dijo que su hijo había sufrido abusos sexuales. La progenitora le preguntó al niño si era cierto, a lo que éste respondió que sí, pero que no quiso decirle quién había sido. «Me decía 'me lo llevaré a la tumba'».

Asimismo, la hermana del investigado ha relatado que antes de que su hijo le dijera que su tío había abusado sexualmente de él, «no había sospechado nada». Del mismo modo ha añadido que quiere que se haga justicia. «Quiero que pague y que esté preso», ha dicho la madre del menor.

Los hechos, según el escrito de la Fiscalía, sucedieron a lo largo de los años 2021 y 2022, cuando la víctima, que por aquel entonces tenía entre 12 y 14 años, acudía a casa del familiar, situada en s'Arenal. Al parecer el menor se quedó en más de tres ocasiones a dormir en la vivienda y compartió cama con su tío.

Con el fin de satisfacer su ánimo libidinoso, el procesado se pegaba a su sobrino y le cogía la mano para que le tocara los genitales, apartando la mano el menor cuando se despertaba, llegando a acudir en ocasiones al baño para no volver a la habitación.

Fue un día en el que ambos se encontraban en la casa del colombiano cuando el enjuiciado, en medio de un juego, agarró con fuerza al chico, impidiendo que se moviera, le dio la vuelta, apoyándolo en el sofá para finalmente penetrarle mientras el menor le pedía que parara.

Tras lo ocurrido, la víctima salió huyendo a la terraza del inmueble. No obstante, también sufrió episodios de ansiedad, angustia y depresión, que desembocaron intenciones de autolesionarse.