La sentencia considera probado que el acusado, de 20 años, la madrugada del 7 de agosto de 2024, y en compañía de otros jóvenes que no pudieron ser localizados, se dirigieron a un británico que vieron caminando y le golpearon en la cabeza. Como consecuencia de los golpes cayó sobre un muro y allí siguieron dándoles patadas y golpes y se apoderaron de la riñonera que portaba el turista. No dejaron de propinarles puñetazos hasta que fueron disuadidos por varios testigos. La víctima denunció lo ocurrido y la Guardia Civil de Calvià pocas horas más tarde arrestó al sospechoso, que fue enviado a prisión.
Durante la vista, celebrada a finales de diciembre, el procesado negó cualquier vinculación con la agresión y dijo que aquel día estaba durmiendo en una casa en Son Gotleu. El fallo apunta que el joven «no acreditó de quién era la vivienda ni el lugar concreto de dónde pernoctaba», señala la jueza. Asimismo la magistrada deja constancia del valor de la declaración de la víctima durante el juicio, que reconoció al agresor el día de la vista y también en un vídeo que registró la agresión y se reprodujo en la sala. En las imágenes, sin dudar, lo señaló como la persona que aparecía «con una camiseta marrón, pantalón blanco y zapatillas azules». El procesado, sin embargo, dijo que no era él. Uno de los agentes de la Benemérita que arrestó al sospechoso recordó cómo la víctima señaló al ahora condenado en un reconocimiento fotográfico exhibido en dependencias policiales.
Inicialmente la Fiscalía solicitaba para el acusado, que fue asistido por el abogado Miguel Ángel Ordinas, cinco años de prisión. La sentencia no es firme y puede ser recurrida a la Audiencia Provincial de Palma.
5 comentarios
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Per què no el deporten i li fiquen un ordre d'allunyament de 1000km de Mallorca?
Mes forasters delinquint, cap novetat.
Y después de cumplir la pena ,barco de rejilla y para su país y que no vuelva
A ver, podemitas, meseros y espardenyeros, a ver si podemos ponernos de acuerdo. Acepto inmigrantes, claro que sí, estoy a favor de la interculturalidad (pero incluimos el castellano, vale?), pero a ejemplares así, los deportamos, a su casita. ¿Os parece? Otra opción es que quienes deseáis que gente así se quede, corráis con los gastos de lo que hagan.
Vienen sin que nadie les haya llamado, nos cuestan dinero y encima roban a los que si lo traen. Gracias políticos inútiles, ojalá la próxima víctima sea un familiar vuestro.