Compañeros y profesores de Guiem han guardado un sentido minuto de silencio. | Isaac Hernández Rubio

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La Facultat de Matemàtiques i Estadística de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) despidió este lunes entre lágrimas y emoción a Guiem Comamala, el joven que falleció trágicamente en un accidente en Cala Bona mientras pescaba calamares. Comamala cursaba el segundo grado de matemáticas y este tercer año «le hacía especial ilusión», comentaron sus compañeros.

El homenaje al joven mallorquín tuvo lugar en el patio del campus a las once de la mañana del lunes, coincidiendo con el primer día de clase de este curso 2024-2025 y que comenzó de una forma totalmente inusual. El acto estuvo presidido por el decano de la facultad, Jordi Guàrdia, que visiblemente emocionado dedicó sus últimas palabras al alumno: «Te echaremos de menos, pero te llevaremos siempre en nuestro corazón». Asimismo, se guardó un emotivo minuto de silencio en recuerdo del estudiante roto al finalizar con una gran ovación en su nombre. Acto seguido, Sergi y Dario, compañeros de clase, fueron los encargados de leer una carta y de hablar en nombre de todos los presentes del «enorme vacío» dejado por Guiem.

Los allegados y el núcleo más próximo de Guiem estuvieron presentes de forma telemática a través de una videollamada en el homenaje. Sus familiares expresaron a través de una carta su agradecimiento por cómo trataron al joven desde el primer día. También expresaron que están pasando por unos momentos muy duros y complicados: «Es difícil encajar una pérdida tan desgarradora como esta. Guiem es y siempre será un joven apasionado por las matemáticas, y feliz». Del mismo modo, relataron que una de las primeras cosas que se les pasó por la cabeza tras el terrible accidente fue que «no podría continuar con su pasión, las matemáticas».

Los alumnos –que tras finalizar el acto se abrazaron entre lágrimas–, y no dudaron en recordar a su compañero de clase y amigo con alegría y humor: «A menudo te llamaba por teléfono para preguntarte una cosa rápida y te acababa enredando más de una hora sin que te dieras cuenta». No obstante, sus compañeros no han podido evitar emocionarse: «Deja atrás a mucha gente que le quería y un vacío imposible de llenar. Su marcha supone un gran pesar para todos nosotros. Ahora solo nos queda su recuerdo y nuestro agradecimiento por el tiempo que hemos podido pasar con él», concluyeron.

Al finalizar el acto todos los alumnos y profesores regresaron a las aulas para tratar de normalizar el arranque del curso universitario. Todos ellos, emocionados y rotos de dolor, accedieron en silencio a las instalaciones.