La Guardia Civil tiene que proteger, las 24 horas, a una okupa en Illetes que tras perdonar a su maltratador éste le volvió a pegar. | R.S.

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Agentes de la Guardia Civil permanecen apostados las 24 horas del día en la antigua base militar de Illetas, donde reside una víctima de violencia de género que es okupa. Los agentes llevan días prestando servicio de protección al estar catalogado el caso como de "riesgo extremo". Fuentes próximas al caso han confirmado a este periódico que no es la primera vez que se da esta circunstancia. La Benemérita, tiempo atrás, ya tuvo que realizar otro servicio de protección a esta presunta víctima.

En el seno policial y vecinal existe cierto malestar porque se trata de una mujer que, a pesar de que su expareja es una violento maltratador y que tenía una orden de alejamiento, ella le perdonó y le acogió de nuevo en su casa okupa. Pasados unos días, el sospechoso le volvió a propinar otra paliza. Se da el caso que la mujer maltratada trabaja en Palma. Por ese motivo, las labores de vigilancia se las tienen que repartir entre la Guardia Civil y la Policía Nacional.

El agresor se encuentra en paradero desconocido y el juzgado ha ordenado su búsqueda y detención acusado de un presunto de violencia de género. La Guardia Civil y la Policía Nacional han intensificado su búsqueda pero al no tener domicilio fijo está dificultando las labores de búsqueda.