Malén Ortiz desapareció el 2 de diciembre de 2013 entre Magaluf y Son Ferrer, en Calvià.

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Un garaje próximo a la barriada palmesana de Son Oliva, donde había un colchón, fue registrado por la Guardia Civil en busca de pistas sobre Malén Ortiz, la adolescente de Calvià desaparecida desde el 2 de diciembre de 2013 y que casi con toda seguridad fue secuestrada. La Benemérita ha ampliado las investigaciones más allá de Magaluf y Son Ferrer, que son los lugares donde se pierde la pista de la menor.

La pesquisa que realizaron los agentes está relacionada con dos sospechosos de nacionalidad colombiana y ecuatoriana. Se trataba de dos jóvenes que en las redes sociales contactaron con Malén y que estuvieron en los núcleos de Calvià que ella frecuentaba. Los sudamericanos formaban parte de un grupo denominado "Los Lobos" y tenían relación con la pandilla de Malén, que se conocía como "Los Lobeznos".

Los grupos eran habituales de una serie de zonas donde ensayaban bandas de música y cuando la Guardia Civil siguió el rastro comprobó que los dos sospechosos residían en una casa de Palma. La vivienda fue registrada de forma minuciosa y se centraron en el garaje, después de que apareciera un colchón en el suelo y unas mantas, lo que evidenciaba que había sido usado como una habitación improvisada.

Los sospechosos alegaron que se trataba de un "picadero", donde llevaban a las chicas con las que habían ligado en las redes sociales o habían conocido en fiestas, pero sostuvieron que no sabían nada de la desaparición de Malén Ortiz. Sus teléfonos fueron pinchados por si estaban mintiendo, pero las gestiones no dieron resultado alguno.

También se siguió otra pista según la cual Malén -ese fatídico 2 de diciembre- podría haber cogido un autobús en dirección a la Plaza de España, en Palma, pero esa vía también se agotó sin conclusiones determinantes. La joven y sus amigos de pandilla eran asiduos a una plataforma de internet llamada "Ask", donde contaban detalles relacionados con la adolescencia. Todos los comentarios fueron analizados y fiscalizados por la Policía Judicial, que pudo conocer datos de los grupos de amigos que se interrelacionaban en Magaluf y Son Ferrer.