‘Toni’, nombre ficticio de este detective privado afincado en Suiza, en una cafetería de Palma durante la entrevista . | Alejandro Sepúlveda -

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Habla cinco idiomas (castellano, catalán, inglés, alemán y portugués) y está graduado en Criminología y Psicología. Su pasión por la investigación privada y la búsqueda de nuevos horizontes laborales, tras una primera toma de contacto con la profesión en Mallorca, le llevaron hasta Suiza. Este pasado fin de semana, aunque fue algo fugaz, se podría decir que cerró el círculo: regresó a la Isla para representar a su actual empresa 'Agencia de investigación y seguridad Ryffel AG', referente en el sector, en el XVI Congreso de Detectives de España. Por evidentes motivos de trabajo ‘Toni’ considera fundamental la discreción y decide emplear un nombre ficticio, además de no mostrar el rostro ni cualquier dato que le pueda comprometer. Nos citamos en una cafetería de Palma.

¿Cómo termina un mallorquín trabajando de detective privado en Suiza?
Al terminar mis estudios buscaba ir al extranjero a trabajar. Tras una búsqueda activa encontré la empresa donde trabajo en la actualidad. En mi caso valoraron mucho mis prácticas anteriores, los idiomas y que allí no existe la carrera de criminología. Esto último fue un gran punto a favor para que me contrataran.

Habla usted cinco idiomas...
Sí, en Suiza uno de cada cuatro habitantes tiene como idioma principal uno que no se encuentra entre los cuatro oficiales. Es un país muy multicultural. Muchas veces es importante conocer el idioma del investigado para poder sacar información.

¿Y cómo es su día a día a nivel profesional?
Es muy complicado de explicar. Hay días de oficina y otros que el día antes te avisan de que tienes que estar en cualquier parte del país para una investigación que puede durar ocho, doce o incluso más horas. En la oficina me centro en sacar información de internet o registros.

Los seguimientos e investigaciones sobre el terreno deben ser las tareas más delicadas.
Hay que ir con cuidado y con conocimiento. Los seguimientos son una toma de decisiones constante. Valoramos el riesgo que asumimos en relación a la información que nos puede aportar.

¿De qué casos se encargan?
Tratamos algunos temas muy similares a los de otros países. Ámbito laboral, infidelidades, estafas, patrimonio... entre muchos otros.

Respecto al patrimonio, Suiza es un paraíso fiscal internacional debido a sus bajos niveles de impuestos y leyes de privacidad.
Muchas de las solicitudes que recibimos del extranjero son por búsqueda de patrimonio. Nuestro trabajo es poder acreditar que los investigados disponen del patrimonio en cuestión.

Y sobre el terreno, ¿qué diferencias puede encontrar entre España y Suiza?
En Suiza, a nivel legal es posible tener más acceso a los registros. En ese sentido es mucho más fácil obtener información que en España. A nivel general un detective en Suiza dispone de más fuentes de donde obtener datos, siempre de forma legal. Otro punto muy diferencial y significativo es que nosotros colaboramos con las instituciones públicas. Es algo normal y habitual.

¿Cómo son estas colaboraciones?
Un ejemplo. En Suiza las ayudas sociales son muy elevadas comparadas con otros países. Se puede dar el caso de que la solicite alguien que realmente no la necesita. Es aquí donde la administración pública contacta con nosotros e iniciamos una colaboración. Al final nuestro trabajo es una inversión. Al año podemos hacer ahorrar al país grandes cantidades por fraudes relativos a las ayudas sociales. En España esto no ocurre y es un recurso menos.

Por último, ¿alguna anécdota que pueda destacar?
(Piensa). Puedo contar una pero sin dar muchos detalles. Hace un tiempo empecé un seguimiento a un investigado. El trabajo de seguimiento empezó por la mañana y al final del día, sin ser algo planificado, terminé en el extranjero. En esta profesión no se pueden hacer planes. En cualquier momento del día te pueden solicitar y tienes que estar operativo.