La Policía Nacional detuvo a dos mujeres en Son Gotleu por ocupación y daños. | Alejandro Sepúlveda

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El viejo cuento de que son una familia con niños pequeños viviendo en la casa desde hace varias semanas ya no surte efecto. La Policía Nacional ha detenido a cuatro personas, tres mujeres y un hombre, todos ellos acusados de un delito de daños y ocupación. El primero de los episodios tuvo lugar el pasado jueves en Manacor. Varias llamadas alertaban de que personas desconocidas habían ocupado una vivienda rompiendo el sistema de alarma instalado. A la llegada de las primeras patrullas, los agentes comprobaron la veracidad de los hechos y se encontraron en la vivienda a una mujer de 27 años y a un joven, de 22 años, ambos de nacionalidad española y con antecedentes policiales anteriores por hechos similares. Acto seguido, se procedió a su arresto.

Por otra parte, el pasado sábado, un vecino llamó a la sala del 091 alertando de que había varias personas tratando de arrancar una puerta antiokupa en un piso de la barriada de Son Gotleu. Rápidamente, varias dotaciones policiales se personaron en el lugar pudiendo observar como la puerta de la vivienda habías sido violentada. En ese momento, numerosos efectivos accedieron al interior del inmueble y se encontraron a dos mujeres, junto con sus hijos menores de edad, sentados en el salón de la casa.

Es más, con total desparpajo se dirigieron a los policías diciéndoles que esa era su casa y que llevaban varios días viviendo allí. Es más, invitaron a los agentes a que pasaran dentro de su hogar. Los policías no tardaron en darse cuenta que en el interior de una de las habitaciones se encontraba la puerta antiokupa de la vivienda que acababan de arrancar, al mismo tiempo que también localizaron el sistema de seguridad de alarma y videograbación que habían inutilizado y arrancado de la pared.

Además, en el domicilio no había ningún tipo de enseres personales de las personas allí presentes ni otros indicios que refirieran que las detenidas llevaran tiempo allí residiendo. Unos minutos más tarde, se personó en el inmueble el personal de una empresa de seguridad manifestando el salto de la alarma esa misma tarde y que, acto seguido, se desconectó el sistema de seguridad instalado. Evidentemente, quedó probado que las mujeres habían mentido con el propósito de apropiarse de la vivienda.

Desde hace tiempo, una de las pruebas irrefutables y que permite a la Policía Nacional expulsar a los okupas de las viviendas es la activación de los sistemas de alarma. De esta forma queda probado que se trata de un allanamiento de morada y no de una okupación de inmueble. Los niños pequeños utilizados por este tipo de familias para ocupar las viviendas fueron entregados a un familiar de las detenidas. En ese mismo momento se procedió al arresto de dos españolas, de 20 y 42 años, acusadas de un delito de daños y otro de ocupación.