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Una banda de narcotraficantes ha confesado este miércoles en el juicio en la Audiencia de Palma que abasteció de droga al poblado de Son Banya. Un grupo de 26 acusados se ha declarado culpable y ocho se han desvinculado de la organización criminal. La red fue desarticulada por la Policía Nacional tras la 'operación Anión' en Son Gotleu en junio de 2018.

Los procesados formaban parte de una banda estructurada dedicada al narcotráfico a gran escala que introducía en Mallorca importantes cantidades de heroína, cocaína, hachís y marihuana. La agrupación, según el escrito elaborado por la Fiscalía, actuó desde junio de 2017 hasta el mismo mes de 2018. La estructura de la organización estaba dividida en tres ramas fundamentales.

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Una estaba asentada en Son Banya y se encargaba de distribuir sustancias estupefacientes a través de puntos de venta que estaban abiertos 24 horas los siete días de la semana. Los líderes de la banda contrataban personas para que atendiesen a los clientes que acudían a comprar las drogas. Los vendedores realizaban turnos de hasta 12 horas a cambio de una remuneración y, en ocasiones, realizaban tareas de vigilancia y de captación de clientes entre las personas que acudían al poblado.

Una segunda rama, formada principalmente por ciudadanos nigerianos, gestionaba la introducción de heroína y cocaína en Mallorca. La droga la transportaban mulas en el interior de su cuerpo o en su equipaje y posteriormente la distribuían en la Isla a través de la primera rama, en el poblado de Son Banya, o mediante sus propios cauces de distribución. El clan introducía los alijos desde otros países como Holanda e Italia y posteriormente manipulaba la droga para obtener un mayor beneficio. Una de las mulas fue detenida durante uno de esos viajes en abril de 2018 al llegar al aeropuerto de Palma procedente de Amsterdam. En su interior portaba 62 dátiles que arrojaron 850 gramos de heroína y cocaína.

La tercera agrupación estaba integrada por ciudadanos de la República Dominicana y se dedicaba a la distribución de sustancias estupefacientes a través de la primera rama asentada en Son Banya o también con la colaboración de los ciudadanos nigerianos. Esta tercera ramificación utilizaba de tapadera una peluquería situada en el Parc de les Estacions de Palma