Los dos acusados durante la vista celebrada la pasada semana en un juzgado de Vía Alemania. | J.P.M.

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La jueza de lo Penal número 4 de Palma ha absuelto a los dos acusados de la muerte de un anciano de 89 años en una residencia de la capital balear en diciembre de 2020. Estaban imputados el director general de la empresa que gestiona el centro, para el que Fiscalía pedía dos años de prisión, y una auxiliar de enfermería, que afrontaba el pago de una multa de 1.080 euros. La magistrada considera en la sentencia, a la que ha tenido acceso Ultima Hora, que los procesados no tuvieron responsabilidad en el trágico suceso. El día del juicio ambos negaron su vinculación con el fallecimiento del interno Manuel Martínez.

En el caso del alto cargo de la empresa encargada de la gestión del centro, defendido por el abogado Fernando Mateas, la jueza sostiene que su labor no era «tratar los temas de la residencia con los inspectores del IMAS, ni nunca estuvo presente en las inspecciones». Asimismo también señala que quedó comprobado que el centro no había sido sancionado por incumplir normas de seguridad.

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En cuanto a la auxiliar, la juzgadora admite que «es indiscutible que no actuó conforme al protocolo» al dejar al anciano solo en el pasillo. Y añade que para involucrar a la imputada en la muerte del anciano se tendría que haber demostrado por parte de las acusaciones, y no se hizo, que si la empleada hubiera actuado de otra manera el trágico suceso no habría ocurrido. Cabe destacar que la magistrada menciona que la víctima «no sufría ni demencia senil ni ninguna discapacidad ni deficiencia psíquica» y que salía y se escapaba de la habitación porque lo quería era «volver a su casa», sostiene el fallo.

La tragedia se remonta a la tarde del 20 de diciembre de 2020. El fallecido había ingresado a principios de mes en una residencia de Palma. Se movía en silla de ruedas con un cinturón para evitar que se levantase. En esos días se había detectado un positivo en coronavirus en un interno y los ancianos quedaban confinados en sus estancias. Ese día, la víctima salió de su habitación, que no cerraron con llave, y bajó desde la segunda planta a la -1 en ascensor. La auxiliar, que conocía al anciano, lo montó de nuevo y lo llevó a su piso, dejándolo en su silla en el pasillo sin ningún tipo de vigilancia, aunque avisó a los compañeros con un audio de WhatsApp. Tras esto la trabajadora se marchó. Instantes después el hombre empezó a deambular y abrió la puerta de emergencia que conduce a las escaleras y cayó de bruces. Dos días más tarde murió en el hospital. El fallo no es firme y puede ser recurrido.