Un hombre acusado de
manosear a dos adolescentes en la playa de Can Pere Antoni fue condenado este jueves por la mañana a dos años de cárcel. El individuo, que fue juzgado en la Sección Segunda de la
Audiencia de Palma, reconoció ante la jueza haber perseguido y manoseado a las dos menores, de 15 años de edad, en la playa.
Una confesión durante el juicio que llegó después de lograr un pacto con la Fiscalía, que en un inicio solicitaba un total de siete años de prisión pero que rebajó la condena después de que el acusado indemnizara a una de las víctimas y se comprometiera a hacer lo mismo con la otra joven.
Los hechos ocurrieron el 6 de junio de 2022 en la playa de Can Pere Antoni cuando el acusado, que se encontraba en España de forma ilegal, se dirigió hasta donde estaban las dos menores y las empezó a manosear. Las adolescentes, en un intento por evitar a este hombre, decidieron meterse en el mar pero el procesado las siguió. Ya dentro del agua, a pesar de que las víctimas le insistían en que las dejara en paz, él continúo realizándoles algunos tocamientos en los pechos, nalgas y caderas. En un segundo intento de huir, las dos adolescentes salieron rápidamente del agua y pidieron ayuda a una señora que estaba en la playa y que hizo de protectora de las dos menores. Acto seguido, la mujer procedió a llamar a la policía que poco después se presentó en el lugar.
Además de los dos años de prisión por los dos delitos de abuso sexual a menores de 16 años, al acusado se le impuso ayer una medida de libertad vigilada de un año y la prohibición de acercarse a menos de 200 metros de las víctimas durante cinco años. Por otra parte, el hombre, que ya ha indemnizado con 600 euros a una de las víctimas por los daños morales ocasionados, se comprometió a hacer lo mismo con la otra joven perjudicada en el plazo de una semana.
Las partes implicadas en el juicio también acordaron suspender la pena privativa de libertad a la que había sido condenado el acusado siempre y cuando este cumpla con los tiempos previstos en la indemnización que tiene pendiente con una de las víctimas y no cometa ningún delito durante los próximos cinco años.
