Imagen del camión de 3.500 kilos robado.

TW
6

Robo de película en una finca rural a las afueras de Inca. Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil se han hecho cargo de la investigación de la sustracción de una retroexcavadora y de un camión de 3.500 kilos que se encontraban en el interior de un recinto cerrado en el polígono 2 de la capital des Raiguer.

El asalto, según las primeras investigaciones a las que ha tenido acceso Ultima Hora, se produjo en la madrugada del pasado domingo. Todo apunta a que los ladrones forzaron la barrera de acceso, reventaron la cerradura y entraron en el recinto. Una vez dentro, comprobaron que los vehículos tenían las llaves puestas en el contacto. Acto seguido, cogieron un camión de gran tonelaje provisto de pluma (herramienta diseñada especialmente para permitir la elevación, carga y descarga de diferentes tipos de materiales y piezas desde y hacia el camión) y con ella cogieron la retroexcavadora colocándola sobre un camión de 3.500 kilos.

Carga

Cuando los delincuentes tuvieron la maquinaría sobre el vehículo de transporte, cargaron los depósitos de combustible y desvalijaron también un gran número de herramientas de obra de mano. Antes de abandonar el lugar, los hampones se dirigieron a un coche que se encontraba en las instalaciones, lo reventaron, abrieron el capó del turismo y se llevaron la batería del mismo.

Horas más tarde, el propietario se percató de que le habían robado una pequeña excavadora y un camión. Todo ello, además de los daños importante ocasionados durante el asalto. Con suma celeridad, puso los hechos en conocimiento de la Guardia Civil. Rápidamente, los agentes del instituto armado iniciaron una exhaustiva investigación con la intención de esclarecer el método utilizado en la sustracción y tratar de localizar en el mercado negro los vehículos robados. Del mismo modo, se alertó a los compañeros de la Benemérita del Port de Palma para que extremen la vigilancia y de este modo evitar su salida por vía marítima de la Isla.

Línea investigación

Por su parte, los agentes responsables del caso no descartan ninguna línea de investigación. Nada más producirse el suceso solicitaron a la propiedad que les facilitara un listado completo de los trabajadores y personas con acceso al interior de la finca rural. Todas las sospechas apuntan a que los ladrones podrían ser extrabajadores o personas ajenas a la empresa pero que contaran con información facilitada por alguien desde adentro. La ubicación del recinto, disposición de las llaves, depósito de combustible y rutas de acceso para entrar y salir de la finca hacen pensar que los delincuentes conocían perfectamente la zona. La Guardia Civil no descarta detenciones en los próximos días.