Después de participar en una charla sobre civismo y control de las emociones, los alumnos de sexto de Primaria pusieron en práctica un ‘rol play’ de varias horas de duración donde se recrearon varios episodios de bullying. Los estudiantes vivieron en primera persona el sufrimiento de los compañeros acosados y empatizaron con las víctimas. Algunos no pudieron contener las lágrimas al comprobar la angustia que invade a esos chicos.
Una vez finalizado este ejercicio se activó, un año más, la conocida como ‘patrulla del chupete’. Se trata de seleccionar un grupo de alumnos de sexto curso a los que el policía realizó previamente una entrevista y participaron de un taller para aprender a detectar pequeños problemas.
Patrulleros
Los nuevos ‘patrulleros escolares’ lucieron un peto amarillo con el emblema de su cargo. Durante los periodos del patio, de manera rotativa, se encargan de detectar la presencia de niños que juegan solos o están aislados, pequeños indicios de bullying, control de pasillos, baños, orden al entrar y salir del patio, conflictos, etcétera... Una vez finalizado el recreo, los ‘patrulleros’ se reúnen con la directora del centro, la jefa de estudios y el policía y ponen en común la experiencia vivida y las incidencias registradas.
Los vecinos pudieron comprobar la implicación del agente Diego Amor con el pueblo. Sus propuestas de integración y empatía con los jóvenes han convertido a Llubí en todo un referente a nivel nacional. Llama especialmente la atención ‘la patrulla del chupete’, otra de las novedades utilizadas para que los niños del pueblo aprendieran de una manera didáctica y práctica la importancia de la seguridad.
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En nuestro centro de Abadá-Capoeira tratamos también este tema delicado ya la base de esta modalidad es respeto pero es increíble ver que desgraciadamente pasa más a menudo de lo que debería :(