En primer término, el acusado del crimen de su tío en Inca. | Alejandro Sepúlveda

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«Esa mañana tras salir de la ducha empezó a hablar de política. Era muy extremista, de extrema derecha. Empezó a decir que si las mujeres solo han nacido para criar hijos y que quitan el trabajo a los hombres. Que me diera cuenta. Y allí ya empezó a hablar de mi madre, fue cuando yo le contesté». El acusado de la muerte de su tío en Inca explicó los motivos que propiciaron una fuerte discusión entre los dos. Lo hizo en una reconstrucción de los hechos ante la Guardia Civil que este martes el Tribunal del Jurado ha visualizado durante la segunda sesión del juicio que se celebra estos días en la Audiencia de Palma.

Durante la reconstrucción, el acusado también explicó que su intención «era calmar» a su tío y no terminar con su vida. Además, relata que tras lo ocurrido «quedó en shock» y que fue a sacar dinero porque aunque su tío ya estaba muerto «cuando mandaba una cosa había que obedecerle». La Fiscalía ha explicado que tiene previsto mantener la petición de cárcel. Por su parte, la defensa, a petición del procesado, se va a sumar a la versión de los hechos expuesta por el Ministerio Físcal aunque no a la pena que solicita.

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Por otra parte, la víctima de 78 años intentó defenderse, tal y como determina el informe forense realizado. Este martes la forense encargada de realizar dicho informe ha expuesto sus conclusiones en el juicio. La forense también ha remarcado que aunque hubo intento de defensa, el estado físico de la víctima que además había sufrido un grave accidente de tráfico hace años, contribuyó a que no tuviera capacidad de repeler la agresión.

Unas declaraciones que siguen la misma línea que las realizadas por el hermano del fallecido, que este pasado lunes explicó ante el Tribunal Jurado que la víctima era una «persona extremadamente débil». Por otra parte, un agente del Servicio de Criminalística de Guardia Civil, también ha relatado que para terminar con la vida de la víctima «tuvo que presionar durante bastante tiempo y con mucha fuerza».

El acusado de asfixiar a su tío en Inca reconoció este pasado lunes, en la primera sesión del juicio, haber matado a la víctima tras una fuerte discusión: «Se me cruzaron los cables y pasó lo que pasó», explicó. El acusado, que actualmente tiene 60 años, era sobrino «pero no de sangre», sino que la víctima era el hermano de su padrastro. Vivían juntos desde hacía tres meses. Al ser preguntado por la mañana de la muerte de su tío, un 23 de febrero de 2021, el acusado relató que todo se inició a raíz de la discusión: «La cosa fue a más y a más. Lo cogí del cuello y le tapé la boca. Empecé a gritarle '¡cállate, cállate!' mientras lo llevaba a la habitación. Cuando lo tumbé en la cama me di cuenta de que lo había matado. Tengo recuerdos a burbujas. Se me cruzaron los cables, perdí los papeles y pasó lo que pasó. No recuerdo muy bien como fue», explicó el procesado durante la primera sesión del juicio. Al día siguiente, el acusado llamó a la Policía Local de Inca confesando el crimen.