El juicio se ha celebrado en la sección primera de la Audiencia de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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Compró un local en Calvià valorado en más de 130.000 euros por solo 36.000 euros. El vendedor era un amigo suyo de 78 años, sin formación académica y con las capacidades físicas y mentales alteradas. En el contrato, redactado por él mismo, hizo constar que en caso de fallecimiento adquiría la propiedad de inmediato a cambio de dejar seguir viviendo a la víctima allí hasta entonces o hasta que ingresara en una residencia. El vendedor falleció el mismo mes de firmar el contrato. Este lunes por la mañana la Audiencia de Palma ha condenado al hombre que realizó esta compra a un año de cárcel, a una multa de 1.080 euros y a la nulidad del contrato por estafa.

El acusado ha dado el visto bueno al acuerdo de conformidad que alcanzó su abogado con la representante del Ministerio Fiscal y la acusación particular antes de iniciarse la vista. Los hechos se remontan a marzo de 2018 cuando el perjudicado, que residía en un almacén habilitado como carpintería en Calvià, recibió una oferta del acusado por dicho inmueble: 36.000 euros fraccionados en pagos de 300 euros mensuales. Sin embargo, la oferta incluía que podía seguir viviendo allí hasta su fallecimiento o ingreso en una residencia a cambio de finalizar los pagos en el primero de los casos.

La víctima, que tal y como ha reconocido el procesado durante el juicio ya sufría problemas de salud y pasaba por un mal momento tras la muerte de su hermana, aceptó el trato. A finales de mes, la víctima falleció y el comprador reclamó la propiedad a los herederos que en vista de lo ocurrido denunciaron los hechos.

En un principio la Fiscalía acusaba al hombre de un delito de estafa agravada y reclamaba cinco años de prisión para él. Tras el acuerdo de conformidad entre las partes se ha rebajado la petición. No ingresará en prisión ya que al carecer de antecedentes se ha suspendido la pena.