El acusado, de nacionalida boliviana, ha reconocido los hechos ante el Tribunal y ha aceptado siete años de prisión. | Alejandro Sepúlveda

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Un hombre, de nacionalidad boliviana, ha sido condenado este lunes a siete años de prisión tras reconocer ante un tribunal de la Audiencia Provincial que violó a la hija de 18 años de su expareja sentimental en un piso de Palma en junio de 2021. El procesado, que se encuentra en la cárcel desde que ocurrieron los hechos, tendrá que abonar 6.000 euros en concepto de responsabilidad civil a la víctima por los daños morales ocasionados. Asimismo deberá abandonar el país y no podrá regresar durante una década cuando haya cumplido el tercer grado.

El imputado ha querido pedir disculpas a la perjudicada y a sus familiares antes de la vista, que ha acabado con un acuerdo de conformidad entre las partes: «Pido perdón por los hechos, no quería hacer daño a nadie y menos a esa persona», refiriéndose a la joven.

El suceso tuvo lugar sobre las 9.30 horas del 15 de junio del año pasado. El procesado y la joven residían en el mismo piso de la capital balear. El varón ocupaba una habitación y la chica otra junto a su madre y su tío. En ese momento se quedaron solos en la vivienda y el individuo accedió a su estancia mientras ella estaba tumbada en la cama para pedirle disculpas por una discusión que tuvieron días antes.

El hombre se sentó en una esquina de la cama y la joven aceptó sus disculpas. Segundos más tarde él le dio un abrazo. Acto seguido ella se tumbó y él hizo lo mismo a su lado. Cuando la víctima quiso levantarse, el hombre le agarró de las muñecas y se sentó a horcajadas sobre ella y comenzó a tocarle los pechos, los glúteos y las piernas. El perro que vivía con ellos intentó entrar a la habitación y en ese momento la perjudicada quiso salir, pero el hombre la tiró nuevamente sobre la cama y la penetró vaginalmente.

Inicialmente la Fiscalía solicitaba para el acusado, asistido por el abogado David Colom, nueve años de privación de libertad. El varón no podrá trabajar en nada relacionando con menores durante trece años y tendrá que someterse a un programa de educación sexual. Su defensa presentará en los próximos días documentación relativa al arraigo en España del acusado para que no sea expulsado del país, tal y como solicitan las acusaciones.