En la sesión de hoy han comparecido cinco testigos, todos ellos agentes de la Policía Local de Palma. | Víctor Malagón

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Otros tres testigos, policías locales, se retractaron este miércoles de elementos incriminatorios que dieron durante la instrucción. Los tres por lo mismo, las amenazas del fiscal Miguel Ángel Subirán durante sus declaraciones. «Me humillaron, me dijo que me iba a imputar y que tenía línea directa con la regidora y me iban a suspender de empleo y sueldo. Me dejé llevar, esa no es mi declaración», dijo uno. «Me hizo saber que si no contribuía en la declaración acabaría en los calabozos. Que iba a quedar detenido y que iba a llamar a la regidora», señaló otro. «Hay varias cosas de mi declaración que más que manifestaciones mías eran afirmaciones del fiscal Subirán», completó el tercero. Son ya seis los testigos que han hecho un relato muy similar en lo que va de juicio y han retirado elementos importantes en los que se basaban las acusaciones.

Los dos primeros policías fueron interrogados sobre una discoteca de Palma, Cavart. La acusación pública mantiene inicialmente que dos de los agentes acusados iban allí, consumían alcohol y drogas gratis y avisaban de inspecciones por la Policía Local. Reclama seis años y medio de cárcel a esos agentes por esta trama. Este miércoles lo negaron. Esos dos policías, Carlos Vallecillo y Tomás Más solo fueron una vez, no había avisos de inspecciones y los testigos coinciden en que no les vieron hacer nada sospechoso. La única subtrama del caso en la que un testigo apuntó algo tiene que ver con el expediente abierto a un agente que se había quejado porque un mando del GAP (Grupo de Acción Preventiva) se desplazaba al cuartel de Platja de Palma en vehículo oficial cuando todos los demás iban en sus coches particulares. A partir de ahí se le abrió un expediente. «Eso fue el detonante», dijo el testigo. Por ese expediente está acusado en el juicio el exjefe de la Policía Local, Joan Mut. El policía expedientado aún tiene que declarar.

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Este testigo habló también sobre un escrito enviado por un grupo de policías en apoyo de Subirán al inicio de la investigación. «Firmé pero salió en prensa y a mí me indignó porque me sentí utilizado. Al tiempo se nos pidió otro escrito y ahí me planteé. No entendía porqué era necesario un escrito en apoyo a la Fiscalía Anticorrupción». Otro asunto en torno al que la Fiscalía interrogó este miércoles fue que agentes de policía permanecieran fijos durante horas delante de determinados locales de la calle del Jamón o ante el Megapark. La acusación intenta aclarar si esas órdenes buscaban beneficiar a estos establecimientos y si fue una iniciativa de los mandos acusados. Hubo versiones diferentes. Uno de los policías del GAP señaló que solo se hacía de forma muy puntual en noches de mucha aglomeración de gente.

Admitió que no sabía si era una orden de los mandos acusados o de superiores jerárquicos.
Entre los conflictos internos del cuartel de San Fernando que afloraron, la Fiscalía preguntó por el papel de los exconcejales Álvaro Gijón y José María Rodríguez. «En su declaración consta que era vos populi que estas personas protegían a policías locales». El testigo señaló que eran rumores muy extendidos en el cuartel pero que no tenía conocimiento directo de ello. Una de las defensas contra preguntó si uno de los policías denunciantes tuvo una relación con la concejal socialista Angélica Pastor. «No lo sé».