El asesino confeso, en la sala del jurado de la Audiencia Provincial de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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Un agente de la Policía Nacional que custodió en los precalabozos de la Jefatura al asesino confeso de Remedios Cortés ha negado este martes en la segunda sesión del juicio con jurado que el procesado ese día estuviese bebido o drogado, tal y como explicó ayer Antonio Cortés. «Estaba frío y tranquilo y no tenía ningún síntoma de haber consumido nada», ha relatado.

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El mismo funcionario también ha subrayado cómo Antonio le contó lo que había hecho sin haberle pedido que lo hiciera. «Se me acercó y me dijo que había matado a su mujer. Yo le expliqué que no era investigador y que podía guardar silencio y aun así me dio todo tipo de detalles de lo que había ocurrido», ha apuntado el policial. Otro testigo, también policía nacional, ha explicado cómo supieron lo que había ocurrido. «Alguien llamó al 091 para decir que un familiar suyo iba a matar a su mujer y nos dijo que fuésemos al Cami de Ca na Verda».

Al llegar la patrulla se encontraron allí los informantes en un coche que habría sufrido un accidente. «Allí nos explicaron que vieron a un primo suyo con un destornillador lleno de sangre» y que «seguro que le había hecho daño a su mujer», ha dicho. Durante la primera sesión del juicio, llevada a cabo en la jornada de este lunes, el acusado reconoció el crimen, como ya hiciese nada más ser detenido, pero relató que ese día había consumido mucho alcohol, porros y cocaína. La Fiscalía pide para el acusado 25 años de prisión.