Medio centenar de vehículos se vieron implicados en un accidente en la carretera de Valldemossa. | M. À. B.

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Alas seis menos veinte de la tarde del 4 de octubre de 2007 el cielo oscureció. Una nube negra asomó por la bahía de Palma y cruzó de manera fugaz hasta Pollença. El caos se apoderó de Mallorca durante media hora de viento y lluvia huracanada de una «intensidad desorbitada», según informó el Centro Meteorológico de Balears. La tormenta devastadora dejó inundaciones, un fallecido y el desastre absoluto. Más de 200 personas resultaron heridas a causa de los efectos del temporal. Hubo miles de árboles caídos, noqueados, semáforos arrancados de cuajo, vallas y señales de tráfico derribadas por el vendaval. Algunos coches fueron aplastados.

El próximo martes se cumplen 15 años de uno de los peores huracanes que han azotado la Isla, que registró una racha máxima de viento de 109 kilómetros por hora en Porto Pi y contabilizó 900 rayos en tan solo 10 minutos. Los equipos de emergencias realizaron más de mil servicios en toda la Isla. Un vigilante de seguridad de las obras de Son Espases, José Manuel Ruiz Cuevas, de 45 años, murió en el hospital Son Dureta dos semanas después de que el viento arrasara la caseta en la que se refugió.

Un rayo causó lesiones a dos niños que se encontraban en una hamburguesería de la carretera de Son Rapinya. Cincuenta pacientes y 15 sanitarios del Psiquiátrico tuvieron que ser desalojados después de que el temporal rompiera la tubería de gas y se produjera un escape. La tormenta barrió Mallorca aquel 4 de octubre. El consorcio de compensación de seguros atendió más de 11.000 reclamaciones por los daños ocasionados y llegó a pagar hasta 43 millones de euros. Palma quedó devastada y el Palacio de los Deportes de Son Moix perdió su tejado. Las obras de reparación se prolongaron durante años. El temporal, que procedía de Alicante, cogió por sorpresa a casi todos.

El Govern aseguró en su día que no recibió advertencia previa sobre los vientos huracanados que irrumpieron en toda Mallorca. Más de 8.500 hogares permanecieron sin suministro eléctrico a consecuencia de los daños causados en la red de Gesa Endesa. La tormenta del 4 de octubre de 2007 tiene hasta una entrada en la versión catalana de la Wikipedia. El centro meteorológico describió el fenómeno como una tormenta «violenta».

Los tornados como el de aquel año sólo pueden ser previstos con dos horas de antelación, según se puso de manifiesto durantae la VI Conferencia Europea sobre Tormentas Severas celebrada en el museo Es Baluard de Palma. A Pep Matas, el entonces jefe de Sucesos de Ultima Hora, su peluquero le avisó 20 minutos antes.