La Policía Nacional encontró parte del dinero en la caja fuerte del domicilio de uno de los investigados. | Policía Nacional

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Los tres detenidos por haber estafado más de 1.600.000 euros a un anciano, entre los cuales se encuentra el exempleado de un banco de Mallorca, invertían el dinero defraudado en las empresas de uno de los socios. Según ha podido saber Ultima Hora, la Policía Nacional realizó dos entradas y registros en los domicilios de dos de los arrestados e intervino dinero en efectivo, tres vehículos de alta gama y efectos de valor de más de 150.000 euros.

Para poder llevar a cabo la estafa, el cuerpo policial ha explicado que el exempleado de la banca entregó documentación falsificada a la víctima para hacerle creer que había depositado su dinero en varias inversiones de la entidad bancaria. Después, habría traspasado el dinero a los otros dos detenidos. En concreto, los tres detenidos, dos españoles y un francés, están acusados de delitos de administración desleal, falsedad documental y apropiación indebida.

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La investigación, según ha explicado la Policía Nacional, se inició a raíz de una querella interpuesta por la entidad bancaria en la que informaba de que un empleado de una de sus oficinas en la Isla, sin el conocimiento ni la autorización de uno de sus clientes, gestionó de forma malintencionada el patrimonio de este. El empleado desvió más de 1,6 millones de euros a favor de cuentas bancarias que estaban a nombre de diferentes empresas, todas ellas vinculadas a otro de los investigados y socio del trabajador.

El bancario simulaba falsos productos financieros y aportaba documentación falsa para hacer creer a su cliente que su patrimonio se reinvertía en activos propios del banco, aunque no era cierto. El ahora detenido se aprovechó de las condiciones de especial vulnerabilidad de la víctima, una persona extranjera, de avanzada edad, que no residía en España y que tenía escaso control de sus cuentas bancarias.

El empleado se apropió de forma indebida de 86.980 euros en metálico provenientes de los cajeros automáticos de su oficina. El trabajador, además, simuló haber efectuado un ingreso en efectivo por importe de 51.000 euros a favor de la cuenta bancaria de uno de los arrestados. El ingreso fue contabilizado como real, aunque las sacas donde debía estar el dinero se encontraban vacías. El hombre fue despedido del banco en julio del año pasado, aunque de cara a la víctima fingió que continuaba trabajando en el banco hasta escasos días antes de su arresto. La investigación sigue en curso y los agentes de la Policía Nacional no descartan más detenciones.