Detenido por pegar a un DJ porque no le gustaba lo que pinchaba.

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Partimos de la base de que el DJ no tenía el nivel de David Guetta, pero tampoco merecía el correctivo que le aplicaron. Todos hemos estado en alguna ocasión en locales o discotecas donde no nos gustaba la música. Eso no es motivo suficiente para emprenderla a golpes contra el DJ de turno. Hace unos días, a las dos de la madrugada en la Platja de Palma (Las Maravillas), concretamente en un local de ocio nocturno de la calle Llaüt, un alemán –de 39 años– que iba seriamente perjudicado por la ingesta de cerveza, se aproximó a la cabina de música para pedirle al encargado que cambiara la música alegando que los temas que estaba pinchando no le gustaban. En un momento dado, el cliente lanzó varios vasos de cristal sobre la víctima.

Afortunadamente, el DJ consiguió esquivarlos y trató de refugiarse detrás del mobiliario de la sala. El alemán, que estaba completamente fuera de control y con una cogorza monumental, cogió un taburete metálico propinándole un fuerte golpe en la parte trasera de la cabeza. El trabajador del local cayó desplomado a consecuencia de una gran brecha de sangre que le ocasionó con el golpe. Rápidamente, clientes y los compañeros de la víctima llamaron a la Policía Nacional relatando lo sucedido. En cuestión de minutos, varias patrullas acudieron al local y se encontraron al hombre tendido en el suelo sangrando y al cliente borracho en actitud dispersa, como si la cosa no fuera con él.

Mientras los policías estaban actuando y tomando declaración a las partes implicadas y a los testigos, una ambulancia del 061 se personó en el lugar para atender al herido. Debido a la gravedad de la lesión, se trasladó al paciente hasta el hospital donde le cosieron la herida. Acto seguido, se procedió a su detención por un presunto delito de lesiones. Al final, queda claro que el alemán se fue con la música a otra parte. Bueno, a otra parte que tiene barrotes y dan bocadillos de mortadela.