La Policía Nacional arrestó a los sospechosos. | Alejandro Sepúlveda

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La Policía Nacional ha detenido a dos hombres, españoles, acusados de apuñalar gravemente a un varón el pasado día 1 en Son Banya, en Palma. El perjudicado, marroquí de 45 años, recibió una cuchillada a la altura del riñón izquierdo y tuvo que ser ingresado en la UCI de Son Llàtzer, a donde le llevó un desconocido que le dejó en la puerta y se marchó. Una intensa investigación policial permitió arrestar a uno de los sospechosos hace unos diez días y el pasado martes fue apresado el otro implicado en la agresión con arma blanca.

A ambos se les acusa de un intento de homicidio. Los hechos, según fuentes próximas al caso, tuvieron sobre las 14.00 horas. La víctima explicó a los investigadores que dos días antes de la agresión vio a los dos hombres aparecer en un vehículo a toda velocidad por el poblado y les recriminó su actitud. En ese momento el coche se detuvo a su altura y empezaron a insultarle. Parecía que el asunto había terminado ahí, pero lo peor estaba por llegar. El día siguiente, estando de nuevo el perjudicado comprando droga observó como el mismo vehículo se dirigía hacia él. Del coche se bajaron dos hombres. Uno de ellos le dio un puñetazo en la cara. El otro con un cuchillo en la mano, y sin mediar palabra, le apuñaló en el costado.

Huida

Los agresores huyeron, pero antes le amenazaron de muerte si denunciaba lo ocurrido. El herido acabó en Son Llàtzer, pero no fue en ambulancia. Un desconocido lo agarró, lo introdujo en un coche y lo dejó en la puerta. Fue desde el propio centro hospitalario que avisaron a la Policía Nacional de que había llegado un hombre ensangrentado al que habían apuñalado. Una hora y media más tarde se personó en el hospital un hombre preguntando por el estado del herido. Quería saber si estaba vivo o muerto. No le pudieron facilitar información. Se supo poco después que se había identificado con un nombre falso y había dejado un número de teléfono que no era el suyo.

Pasados unos días, los agentes se entrevistaron con la víctima, quien aportó la descripción de los agresores y el nombre de uno de ellos, al que conocía de haber coincidido otras veces comprando droga en Son Banya. Los policías le enseñaron fotografías de hombres con rasgos parecidos y que cuentan con antecedentes y el perjudicado reconoció a ambos.