Condones, restos de comida y botellas de alcohol aparecen sobre las lápidas. | Alejandro Sepúlveda

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«A la mala persona que roba a nuestra familia, el día que te coja te vas a enterar». Así de claro y rotundo es el mensaje colgado en un papel de cuadrícula arrancado de un cuaderno escolar escrito a bolígrafo azul. El aviso finaliza dejando su número de teléfono por si el ladrón tiene a bien ponerse en contacto con las víctimas. El cementerio de Palma lleva varios meses registrando numerosos robos, actos vandálicos e incluso prácticas de índole sexual. Todo ello, sumado a ser un ‘picadero’ de toxicómanos donde consumen heroína.

«Llevamos meses sufriendo una oleada de robos en las sepulturas del cementerio municipal de Palma. No respetan absolutamente nada, se llevan los crucifijos, ornamentos decorativos, argollas, letras metálicas, anillas y otros objetos metálicos de los nichos y panteones del campo santo. Tenemos muy claro que lo hacen para obtener chatarra y venderla al peso», apunta una de las afectadas.

En esta ocasión, la oleada de robos está centrada en la zona más próxima al edificio circular de Ocaso, muy cerca de la puerta de acceso cercana a ca l’Ardiaca. Es habitual encontrarse a algunos toxicómanos peleándose, consumiendo alcohol y drogas o recogiendo chatarra. Varios lectores han contactado con Ultima Hora para informar que en el interior del campo santo, sobre las sepulturas, han encontrado a varias parejas manteniendo sexo salvaje. Según los denunciantes, en algunas ocasiones se trata de usuarios del centro de acogida, toxicómanos en su gran mayoría. Pero también existe otro perfil de parejas que por fetichismo o algún tipo de morbo sexual se adentran en el cementerio con la intención de satisfacer sus fantasías sexuales.

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Varios afectados han colgado carteles amenazando a los ladrones si no cesan los robos.

«Nos dejan condones sobre las tumbas y encontramos restos de haber realizado botellones en el lugar. Si les dices algo, se enfrentan y su comportamiento es violento. Lo que no es normal es que las chatarrerías compren objetos como crucifijos, ornamentos decorativos, argollas o anillas de tumbas. Deberían detenerlos a ellos», concluye Sara, una de las denunciantes.

Por su parte, varios familiares y afectados han puesto los hechos en conocimiento del personal de la empresa funeraria de Palma y de los vigilantes de seguridad del recinto. Todo ellos, han mostrado su preocupación y han anunciado que intensificarán la vigilancia del lugar para evitar estos actos vandálicos. Por el momento, los mismos están centrados exclusivamente en una zona muy concreta del cementerio.

El apunte

Pintan de negro las anillas y marcos para evitar robos

Cualquier persona puede ir con chatarra y ganar algo de dinero en efectivo. Solo se necesita tener su DNI en vigor y acudir a un centro de reciclaje. Después, un empleado supervisará la mercancía, la pesará en una báscula y el interesado percibirá su dinero. «Hemos pintado de negro los marcos metálicos y las anillas de las tumbas, pero aún así, las roban. Son un batallón de personas que se dedican a la recogida de metal y no tienen escrúpulos. Si tienen que robar crucifijos o anillas, lo hacen», señala Sara, una afectada.