Los acusados, este viernes, en una sala de lo Penal de los juzgados de Vía Alemania. | Juan P. Martínez

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Su lugar de reunión era una antigua sucursal bancaria okupada que se encuentra en la avenida Comte de Sallent, en Palma. Allí planeaban sus asaltos. Este viernes en un juzgado de lo Penal de Vía Alemania, los siete imputados, de varias nacionalidades, reconocieron los hechos y aceptaron penas que en conjunto superan los 17 años de prisión tras el acuerdo alcanzado por sus abogados con la Fiscalía y la acusación particular. La Policía Nacional acabó con la actividad delictiva de los chicos tras una compleja investigación a finales de 2021. Asimismo, los acusados, que tienen entre 18 y 26 años, deberán indemnizar a las cinco víctimas personadas en la causa en 4.375 euros. Los siete jóvenes han sido condenados por delitos de robo con fuerza en casa habitada, receptación y robo con violencia.

El primer robo se produjo sobre las 1.00 horas del 18 de septiembre de 2021. Seis de los acusados accedieron a una vivienda de la Calatrava por un balcón y se apoderaron de dos ordenadores, una tablet, prismáticos y unas gafas de sol. El día 24 del mismo mes se dirigieron a un domicilio de Sindicato y entraron por una ventana. Se llevaron un patinete eléctrico, unos auriculares y un chaleco reflectante. Durante la madrugada del 30 de septiembre al 1 de octubre, cuatro de los procesados robaron una cartera y un portátil en una casa situada en la calle Bastió d’en Berard. Durante la mañana estuvieron haciendo uso de las tarjetas de crédito en distintos establecimientos y en máquinas expendedoras de la ciudad por un valor total de 160 euros.

La Policía Nacional ya estaba al corriente de los golpes de este grupo de jóvenes tras recibir una serie de denuncias por robos en casas. Los agentes averiguaron que dos de los jóvenes estuvieron implicados además en el atraco a un hombre en la calle Mateu Enric Lladó. Los delincuentes lo abordaron por la espalda y le dieron una paliza para robarle la cartera y el teléfono móvil.