Una patrulla ‘zeta’ de la Policía Nacional lo localizó y arrestó al hombre. | Alejandro Sepúlveda

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Fue condenado en 2019 a marcharse de Mallorca. No podía regresar hasta 2029. Pero no se fue. Y además de no cumplir dicha sentencia acumulaba otras seis órdenes de búsqueda y captura por distintos delitos. Su plan se fue al traste el lunes minutos antes de las 21.00 horas. Agentes de la Policía Nacional arrestaron al individuo, de nacionalidad española, en el polígono de Levante, donde tiene fijada su residencia y donde se supone que ha estado ‘escondido’ todo este tiempo.

Según fuentes judiciales, una patrulla ‘zeta’ se encontraba circulando por la zona cuando observaron al fugitivo, al que conocían bien los agentes. Él también los vio y decidió echar a correr. Hizo todo lo posible para no ser detenido. Se metió en su vivienda y saltó por un patio trasero. Cuando pretendía seguir la carrera se dio cuenta de que estaba cercado y volvió a meterse en su casa. Los agentes sabían que era cuestión de tiempo dar con él y ponerle los grilletes. Y así fue.   

El hombre, de 33 años de edad, fue interceptado minutos más tarde escondido en el rellano de un portal cercano. La orden de destierro de la Isla la tenía vigente desde el año 2019. Pero no solo eso, sino que también acumulaba en su particular currículum seis requerimientos por distintos quebrantamientos, robos con fuerza y lesiones.