Agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil durante la operación antidroga en Son Banya. | Youtube Ultima Hora

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A las cinco de la tarde, el sol es abrasador y cae a plomo en Son Banya. Una comitiva de coches enfila el poblado; lo normal en un viernes por la tarde. Salvo por un detalle: en el interior de los vehículos camuflados van policías nacionales y guardias civiles. Acaba de comenzar la ‘operación Xgemina’, que anoche se había saldado con al menos diez detenidos y más de 20 puntos de venta desarticulados.

Como cada verano, la Jefatura y la Comandancia de Palma suelen visitar el ‘supermercado’ de la droga aprovechando que han llegado los refuerzos estivales. Lo llamativo del operativo de este viernes es que fue conjunto, como en los viejos tiempos.

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Armados

La UDYCO, por un lado, y la Policía Judicial, por otro, llevaban meses preparando el asalto al fortín. Los narcos no pudieron reaccionar y tras la primera oleada de agentes de paisano llegó el segundo perímetro, con los uniformados fuertemente armados. Se desmantelaron galleras, para las peleas de gallos, y se descubrió una siniestra caseta donde los yonkis pueden inyectarse la heroína; un infame ‘chutódromo’ de dos metros cuadrados. Los objetivos eran, sobre todo, los vendedores de los clanes de ‘El Ove’ y de ‘Los Bizcos’. Se encontró cocaína en roca, plantaciones de marihuana y otras sustancias, mientras desde el cielo los drones vigilaban. También, gran cantidad de dinero.

En total, más de 150 agentes de los dos cuerpos participaron en el asalto a Son Banya, mientras otros 50 se dividían entre la calle Esperanto, de Son Ferriol, y Llucmajor, donde también hubo registros. En Son Ferriol, uno de los sospechosos se dio a la fuga corriendo, pero fue localizado y reducido. Durante toda la tarde, un helicóptero policial sobrevoló Son Banya, mientras el autobús de la Benemérita cargaba a los arrestados. Sin billete y con un único trayecto: a los calabozos.