El policía local Nicanor Góngora (con mascarilla). | Alejandro Sepúlveda

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«Todas las declaraciones que he hecho son falsas. Lo único que hacía era firmar para no entrar en prisión. El que dictaba las frases era el fiscal Subirán». El expolicía local, Nicanor Góngora, se desdijo ayer de toda una serie de declaraciones durante la instrucción del ‘caso Cursach’ en las que implicaba a otros compañeros de banquillo. Según manifestó ayer en el juicio, todas esas manifestaciones fueron introducidas por el entonces fiscal del caso, ahora procesado por el TSJIB, bajo la amenaza de que, si no lo hacía, volvería a entrar en prisión. «Eran rumores que yo tenía que confirmar. Yo era un peón hasta la última declaración en la que me pidieron que hablara de fiestas en Tito’s. Digo que no sé nada, que prefiero ir a prisión».

Góngora fue uno de los primeros policías locales detenidos durante la investigación vinculado a exigir dinero a un local para que regularizara su situación. Este miércoles admitió que era copropietario con un Policía Nacional de una empresa que montaba equipos y que, en ese caso instaló un aire acondicionado. También el sistema de cámaras de seguridad en el burdel ‘El Templo del Faraón’. Sin embargo, negó tener capacidad para instar a la Patrulla Verde a sancionar locales ni influencia alguna. Señaló que un hermano suyo era administrador de una discoteca que tuvo varias sanciones: «Mire qué amistad tenía con la Patrulla Verde que a un negocio de mi familia van a hacerle una inspección».

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El comisario Rafael Estarellas junto a su abogado.

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No fue la única alusión a Subirán y al juez Penalva. En la declaración del funcionario de Calvià, Jaime Nadal, apareció otra figura controvertida, otro trabajador municipal que daba órdenes por el Ajuntament como «mandatario verbal» del juez instructor. «Daba instrucciones y presionaba para que se emitieran actos e informes en el proceso de revisión de la licencia de apertura de la discoteca BCM», señaló Nadal. Según declaró a preguntas del tribunal, el propio Penalva le confirmó en su declaración que ese funcionario cumplía con sus instrucciones directas.

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El funcionario de Calvià, Jaime Nadal.

En la sesión de este miércoles también negó todas las acusaciones el exoficial a cargo del Grupo de Acción Preventiva de la Policía Local, Carlos Tomás. Aludió a que fue denunciado por varios policías que eran sus «enemigos». «Me llama la atención que tuvieran un grupo de WhatsApp con el señor fiscal». El excomisario Rafael Estarellas justificó que llevó a cabo una investigación interna por la posible exigencia de un soborno y denunció: «Hubo un golpe de estado en la policía».