El bañista entregó el paquete en la comisaría de la PolicíaNacional de la Platja de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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La playa de Palma se encontraba atestada de bañistas el domingo pasado por la tarde en plena ola de calor. Casi como cualquier domingo de julio. Pero no fue un día cualquiera. Un joven se percató de que en la orilla, entre el vaivén de las olas, había un paquete extraño. El chico se acercó al bulto, que estaba plastificado en perfectas condiciones, y pensó que se podría tratar de droga.

El joven bañista decidió que la mejor opción era llevar el paquete a la comisaría de policía de la Platja de Palma, que está situada en el número 37 de la calle Marbella, a pocos metros de la playa. Los agentes de la Policía Nacional que recibieron el paquete lo abrieron y comprobaron que se trataba de hachís. A continuación, lo colocaron en una báscula y arrojó más de 10 kilos de peso, según informaron a este periódico fuentes de la investigación.

Valor

Los policías tratan de averiguar ahora la procedencia de la droga y a quién iba dirigida. Una de las principales hipótesis que barajan los investigadores es que el fardo provenía de una descarga en alta mar y se perdió. Difícilmente vaya alguien a reclamarlo. El precio de la sustancia estupefaciente en el mercado ilícito podría alcanzar más de 10.000 euros.