El abuelo de Marta del Castillo, José Antonio Casanueva, a la salida de los juzgados de Sevilla. | Efe

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La abogada de la familia de Marta del Castillo, Inmaculada Torres, ha manifestado tras el juicio al Cuco y su madre por falso testimonio que se queda «con un mal sabor de boca», ya que «aunque hayan reconocido que mintieron y se les vaya a condenar hay pruebas muy importantes que se quedan en el tintero». «La única finalidad es que no se sepa qué pasó esa noche», ha añadido, poniendo de relieve que «prefieren reconocerse culpables para evitar la declaración de los testigos». En declaraciones a los medios a las puertas del juzgado de lo Penal número 7 de Sevilla, Torres ha asegurado que «lo que creíamos desde el principio es verdad» y ha remarcado que «las mentiras del Cuco y su madre han influido en la sentencia que se dictó» y «trastoca todos los hechos probados de una y otra sentencia, tanto la de mayores como la de menores».

«El motivo por el que mintieron no lo vamos a saber, habrá que preguntarles el motivo por el que ahora reconocen los hechos», ha apostillado. Asimismo, ha señalado que «no estamos satisfechos, tenemos un sabor agridulce», porque «había muchas pruebas importantes que practicar para ver hasta dónde llegaba la mentira». «Han reconocido los hechos pero no vamos a saber la entidad de la mentira», ha precisado. La letrada ha explicado que «el reconocimiento de los hechos puede dar lugar a la entrada en prisión». «Nos vamos a oponer a cualquier beneficio penitenciario porque no se puede beneficiar de la justicia quien se burla de ella», ha concluido, destacando que «vamos a mantener la petición de dos años de cárcel».

Durante el juicio iniciado este jueves por el Juzgado de lo Penal número siete de Sevilla contra 'El Cuco', condenado por encubrir en 2009 el asesinato de la joven hispalense Marta del Castillo, y contra la madre de éste, por un presunto delito de falso testimonio derivado de sus comparecencias en el juicio de 2011 por el citado crimen, ambos han reconocido los hechos contenidos en el escrito de acusación de la Fiscalía, anunciando en ambos casos su decisión de no contestar preguntas. Frente a ello, la fiscal del caso y la acusación particular que ejerce la familia de Marta del Castillo han leído las preguntas que, respectivamente, tenían previsto plantear a los acusados, solicitando las defensas que no fuesen tenidas «en consideración» tales preguntas bajo la premisa de que el Cuco y su madre ya habían «reconocido desde la primera a la última palabra» el contenido del escrito de acusación de la Fiscalía.

La fiscal, por ejemplo, ha manifestado la necesidad de conocer «por qué mintió» el Cuco en el juicio de 2011, si «faltó a la verdad en todos los hechos» o si «elaboró su relato en connivencia con sus padres, entre otros aspectos, precisando a continuación Agustín Martínez Becerra, abogado defensor del Cuco, que con su reconocimiento del escrito de acusación de la Fiscalía, dicho acusado ha »dejado claro« que »mintió« al manifestar en aquella vista oral que no había estado en la tarde noche del día 24 de enero de 2009 en el piso de la calle León XIII, escena del crimen, y que sobre las 1.15 horas ya de la madrugada del día 25 estaba »acostado« en su dormitorio, en el domicilio familiar. La juez del Juzgado de lo Penal número siete, no obstante, no ha accedido a no tener en consideración tales preguntas, explicando que ante la decisión de los acusados de reconocer en bloque el escrito de acusación de la Fiscalía y no contestar a las partes, »es normal que surjan muchas preguntas", como por ejemplo los extremos concretos objeto de mentira o los motivos que les llevaron a faltar a la verdad.

El apunte

«Me he quedado a medias»

El abuelo materno de Marta del Castillo, José Antonio Casanueva, ha reconocido que «no esperaba el «giro» dado por ambos al reconocer el escrito de la Fiscalía. En declaraciones a los medios a las puertas del juzgado de lo Penal número 7 de Sevilla, Casanueva ha señalado que este cambio de posición es «importante» para el caso, al tiempo que ha manifestado que «esperaba más. Me he quedado a medias».