Las dos acusadas, en el juicio, este jueves en una sala del juzgado de lo Penal número 1 de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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La encargada del comedor de alérgicos de La Salle de Palma ha acusado, este jueves en el juicio, a una monitora de entregar el helado que causó la muerte de la pequeña Naia, de 4 años, en 2019. La mujer ha explicado que tenía 17 niños a su cargo y que sabía que la menor era alérgica a la proteína de leche. «El postre y el pan lo manipulaban otras compañeras», ha asegurado. La trabajadora del centro ha recordado que en la cocina disponían de una hoja con los nombres de los jóvenes alérgicos y que estos tenían bandejas y sillas de diferentes colores.

-¿Usted sabe que esta menor es Naia o no la conocía?-, ha preguntado el abogado de la acusación particular, Daniel Castro, exhibiendo una fotografía de la pequeña.

-No le ponía cara porque no la conocía-, ha respondido la mujer.

-Yo soy camarera, no monitora. Yo me encargo de ponerles la comida antes de que lleguen. Mi jefe decide qué comida se le da a cada niño con alergias-, ha declarado la responsable del comedor de alérgicos del colegio.

Ese postre no era para Naia. ¿Qué explicación tiene que le llegara?-, ha insistido Castro.

-Estaba en el carro del comedor, no en cocina.

La monitora procesada ha contado entre sollozos que la alergia de la pequeña era vox pópuli. Ha manifestado que siempre preguntaba a la encargada de los alérgicos por los alimentos que podía ingerir cada alumno. «Vi que la niña no tenía helado y me dirigí a la otra encausada para decirle que Naia no tenía postre. Ella vino con el sándwich y me dijo: 'Toma'. Yo le pregunté si estaba segura de si lo podía comer y me dijo que sí. Se lo pregunté dos veces si podía entregárselo».

-Usted, cuando ve el helado, ¿no se plantea que no debe entregárselo?-, ha preguntado el fiscal Miguel Nuevo.

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-Sí, lo pensé pero era ella la que tiene formación, la encargada del comedor de los alérgicos-, ha respondido señalando a la otra investigada.

Familiares de la menor fallecida han acudido a las puertas de los juzgados de Vía Alemania con fotografías de Naia para reclamar Justicia. Su abuelo materno, José Luis Granado, llevaba una camiseta blanca con una imagen de la menor y una frase: «Te llevo en el alma mi pulguita». Ha afirmado que va a estar allí los dos días que dura el juicio contra las dos procesadas.

El abuelo de Naia, este jueves, a las puertas de los juzgados reclamando justicia para su nieta. FOTO: A. Sepúlveda

El fiscal reclama una condena de dos años de cárcel para la encargada del comedor de alérgicos de La Salle y para una monitora por la muerte de la pequeña Naia. Están acusadas de un delito de homicidio por imprudencia grave.

La menor murió en torno a las dos de la tarde del 24 de mayo. Naia tomó de postre un sándwich de helado de nata, que contenía proteína de leche de vaca, a la que era alérgica. Empezó a encontrarse mal y se desplomó. Los profesores dieron aviso a los servicios de emergencias y varias ambulancias se desplazaron hasta el centro escolar en cuestión de minutos.

La alumna sufrió un shock anafiláctico, entró en parada cardiorrespiratoria y los médicos del 061 intentaron estabilizar sus constantes durante más de una hora, pero no consiguieron salvarle la vida.

La encargada del comedor de alérgicos y la monitora, según el escrito de los abogados de la acusación particular, Daniel Castro y Manuel Ponce, tenían conocimiento de que la menor era alérgica a la proteína de leche de vaca y de las graves consecuencias que suponía para su salud la ingesta de ese alimento.

Naia iba a segundo de Infantil y durante los dos años en los que asistió al comedor «jamás» se le había dado ningún helado o similar. El 24 de mayo comió sopa de pescado, pavo braseado y el sándwich de nata. En el envoltorio del helado se indicaba que estaba «elaborado con leche de vaca y que los alérgicos a la proteína de la leche de vaca no podrán consumir este producto». La encargada del comedor de alérgicos, según el escrito de los abogados de la familia de la víctima, entregó a la monitora el helado para que se lo diera a Naia.

La menor estaba sentada en una silla amarilla destinada a los alérgicos y marcada con la siguiente frase: «Alérgico proteína de leche, ¡ojo!». La monitora reconoció en su declaración en el juzgado que en su grupo únicamente Naia tenía una «circunstancia especial» y que preguntó a la encargada del comedor por «el postre para su niña». La compañía aseguradora del colegio La Salle de Palma, así como la de la empresa encargada del comedor, han indemnizado a los padres de la víctima.